Sebastiaan Mattheus Sigismund de Ranitz (1846-1916) - Pastoraal landschap met rustende personen

Paisaje pastoral de estilo impresionista del siglo XIX, pintado con luz, con personas descansando. El pintor de esta acuarela no es otro que Jonkheer Sebastiaan Mattheus Sigismund de Ranitz (1846-1916), quien además de ser un artista talentoso, se hizo especialmente conocido como el presunto padre de la futura reina Wilhelmina (y por lo tanto, el tatarabuelo del actual rey Willem-Alexander).
El acuarela en papel se encuentra en buenas condiciones, con aún muy bellos colores (de otoño). Firmado y fechado en la esquina inferior izquierda y enmarcado de manera bonita. Las dimensiones del acuarela son 25x35cm.




Jonkheer Sebastiaan Mattheus Sigismund de Ranitz (1846-1916), presunto padre de la Reina Wilhelmina.

La paternidad biológica del entonces ya 63 años rey Willem III está en discusión. Se dice que, debido a la sífilis, no pudo engendrar hijos en su vejez. Según los rumores, en ese momento se buscó en el entorno cercano a Willem III a un candidato adecuado para engendrar un heredero al trono con Emma. La elección habría recaído en Jonkheer Sebastiaan Mattheus Sigismund de Ranitz (1846-1916), hijo de Sebastiaan Mattheus Sigismund de Ranitz (1804-1884) y Anna Margaretha Jacoba Frans. Este logró ascender en el ejército neerlandés hasta convertirse en oficial de órdenes y en capitán de infantería. En esa capacidad fue nombrado secretario privado y aide-de-camp del rey Willem III. Tras la muerte del rey, se convirtió en aide-de-camp de Emma y posteriormente fue elevado a la nobleza como Jonkheer por Decreto Real. En 1894, Emma propuso su ascenso a coronel, pero fue rechazado por el entonces Ministro de Guerra Schneider (1832-1925). Tras una reunión en el consejo de ministros, De Ranitz fue incluso enviado a retiro, debido a una sentencia dictada en su contra por el consejo de guerra. Sin embargo, la reina madre Emma siguió confiando en su aide-de-camp y le regaló un juego de trik-trak que había heredado de su esposo, el rey Willem III. También se sabía que Wilhelmina era sorda para los sonidos, una condición que puede ser heredada, aunque en la familia de Emma y Willem III no se conocía ningún caso de sordera. Curiosamente, De Ranitz sí sufría de sordera. Además, era un buen dibujante y pintor, y su obra se asemeja mucho a la de Wilhelmina. Es posible que esta cualidad, su creatividad y elección de temas, también sean hereditarias.