Esta pareja de candeleros de bronce dorado, realizada en Francia durante el último tercio del siglo XVIII, es una exquisita representación del estilo Luis XVI, caracterizado por su elegancia sobria y su inspiración en la antigüedad clásica. Cada candelero presenta un fuste acanalado que evoca las columnas corintias, símbolo de orden y refinamiento. La base circular está decorada con motivos vegetales estilizados, como hojas de acanto y guirnaldas, elementos típicos del repertorio ornamental neoclásico. La copa portavelas, de forma sencilla pero armoniosa, se integra con fluidez en la estructura vertical, manteniendo la proporción y el equilibrio visual. La doradura al fuego sobre el bronce resalta los relieves y aporta una luminosidad cálida, ideal para ambientes palaciegos o interiores aristocráticos. La ejecución artesanal revela una gran precisión en el cincelado, lo que sugiere su procedencia de un taller especializado en artes decorativas de la época. Estas piezas no solo cumplían una función práctica en la iluminación, sino que también eran símbolos de estatus y buen gusto, reflejo del espíritu ilustrado que predominaba en la corte francesa en los años previos a la Revolución. Su diseño sobrio, pero refinado, marca el tránsito desde el rococó hacia el clasicismo, consolidando el estilo Luis XVI como uno de los más representativos del siglo XVIII. Envío certificado y buen embalaje.