Nos encontramos frente a una pieza verdaderamente excepcional dentro del universo Montblanc: la Patron of Art “Friedrich II”, una edición limitada destinada únicamente a los conocedores más exigentes. Esta unidad, numerada 190/888, está íntegramente elaborada en oro 750 (18 quilates), elevándola a la categoría de obra maestra de alto coleccionismo. La pluma se presenta en un estado impecable, conservando la pureza y el brillo que únicamente el oro macizo es capaz de ofrecer. Su cuerpo y capuchón, con un acabado pulido espejo, muestran una superficie homogénea y luminosa, denotando tanto el valor intrínseco del material como el esmero con el que ha sido preservada. Los grabados característicos —incluyendo numeración, sellos de oro 750 y distintivos Montblanc— se encuentran profundamente definidos y perfectamente legibles. Los detalles ornamentales inspirados en la estética imperial de Friedrich II mantienen toda su presencia: el anillo decorativo con patrones geométricos, las líneas escultóricas sobre el cuerpo y la emblemática estrella Montblanc en la corona. Todo ello confirma la fidelidad de la pieza a la iconografía que celebra al monarca que marcó la historia europea con su visión cultural y científica. El plumín, igualmente en oro macizo de 18k, presenta un estado sobresaliente, sin signos de deformación ni desgaste. Su punto M conserva un trazo fluido, equilibrado y suave, a la altura de lo esperado en una pieza concebida para ofrecer una experiencia de escritura excepcional, incluso dentro del ámbito de la alta artesanía. La pluma se entrega junto a su estuche original Montblanc, igualmente conservado con gran cuidado, completando una presentación acorde con su categoría: un instrumento no sólo para escribir, sino para exhibir, custodiar y legar. En conjunto, esta Montblanc Patron of Art “Friedrich II” en oro 18k integral representa una oportunidad única para adquirir una pieza altamente codiciada, de producción extremadamente limitada y destinada a un círculo reducido de coleccionistas que valoran la exclusividad real, la maestría artesanal y el valor patrimonial. ¡Buena subasta!