Anonimo - Panegirico al Re Roberto D'Angiò (1340) - 2008

Poema en honor al rey Roberto de Anjou (Panegírico al Rey Roberto D'Angiò). Cod. Ser. N. 2639 Biblioteca Nacional de Viena. Facsímil. Graz, ADEVA, 2008. 50 x 34 cm, encuadernación en piel, 72 páginas, estuche de tela. 43 miniaturas de gran tamaño, algunas a página completa, ricamente decoradas con oro y plata cincelados, además de 29 iniciales filigranadas y 8 iniciales opacas sobre fondo dorado. Edición de 300 ejemplares numerados (el nuestro n.111). Faltan los dos volúmenes del aparato crítico. En excelente estado.

El manuscrito redactado alrededor de 1340 en el sur de Italia fue probablemente encargado por el mismo Roberto d'Angiò, rey de Nápoles. El panegírico a Roberto d'Angiò presenta al rey como el gobernante ideal, el único capaz de unificar Italia bajo su dominio. Casi todo el canon del saber medieval y moderno se presenta de manera caleidoscópica. Por lo tanto, el manuscrito testimonia el ostentoso esfuerzo intelectual y artístico realizado para representar la realeza de Roberto d'Angiò. Facsímil + 2 volúmenes de comentario. Edición limitada de 300 copias. Cuero con impresiones en seco en una caja de seda, la caja ligeramente polvorienta. Facsímil en perfectas condiciones y nunca utilizado. Idioma: alemán Peso en gramos: 0 [Atributos: encuadernación rígida]
La situación en Italia en el siglo XIV era más que prometedora: el país estaba dividido, el Papa estaba en el exilio babilónico en la lejana Avignon y los emperadores del Sacro Romano Imperio reclamaban con frecuencia sus pretensiones sobre el territorio. Roberto d'Angiò (1278-1343), rey de Nápoles, ¿podía ser el hombre que pudiera cambiar la situación? El autor de este panegírico estaba firmemente convencido de que podía hacerlo: Roberto, del cual se elogia con entusiasmo, era el único que podría unificar Italia y salvar la Iglesia. La dignidad y el significado de esta afirmación se destacan por el formato inusual (48,5 x 34,4 cm) y las 43 miniaturas monumentales, que invitan hábilmente al espectador a un diálogo casi íntimo. Aunque Roberto no había tenido el éxito político y militar que el panegírico podría sugerir, llevaba el epíteto 'El Sabio': apoyó generosamente a Giotto di Bondone, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio.

Elogio fúnebre al rey Roberto d'Angiò
Con el panegírico de Roberto d'Angiò, rey de Nápoles (1278–1343), escrito alrededor de 1340, la Biblioteca Nacional austriaca alberga una de las testimonios más importantes de la puesta en escena del poder en la Edad Media y, al mismo tiempo, uno de los ejemplos más extraordinarios de miniatura del siglo XIV.

Un ambiente digno de un rey
Un total de 43 miniaturas de gran tamaño en 72 páginas, ricamente decoradas con oro y plata cincelados, ilustran este extraordinario códice. Las miniaturas, algunas de las cuales ocupan toda la página, llaman la atención por el formato monumental del manuscrito (48,5 x 34,4 cm); 29 iniciales en forma de lirio y 8 iniciales opacas sobre fondo de oro completan la fantástica decoración.
Casi todo el canon del saber medieval y moderno se presenta de manera caleidoscópica. Por lo tanto, el manuscrito testimonia el ostentoso esfuerzo intelectual y artístico emprendido para poner en escena la realeza de Roberto d'Angiò. Existen algunas pruebas que sugieren que el propio Roberto encargó el manuscrito.

El contenido – programa y herencia
El panegírico a Roberto d'Angiò presenta al rey como el soberano ideal, el único capaz de unir Italia bajo su dominio. Italia, de hecho, está desgarrada: Roberto, como futuro soberano, deberá restablecer el orden en los asuntos de su tiempo. El autor lamenta que Italia, a diferencia de otros estados, no tenga un rey; también denuncia la ausencia de los papas en Roma durante su exilio 'babilónico' en Avignon (1309-1376).
Magnífico caleidoscopio del siglo XIV.
El código se compone de dos partes ricamente ilustradas. La primera sección, más amplia, incluye el panegírico (regia carmina) a rey Roberto d'Angiò, un poema efusivo en el estilo típico de las alabanzas a los soberanos de la época, que celebra al destinatario como salvador de la Iglesia y rey ideal de toda Italia.

43 miniaturas brillantes de oro
Las miniaturas representan la 'corte ideal' de Roberto: alegorías de Italia y de las ciudades italianas, así como virtudes que elogian al rey como soberano ideal. Así, Italia, que implora por su patria, o figuras mitológicas de la antigüedad, aparecen frente al trono de Roberto. El rey se considera elegido por Dios para su tarea de unificar Italia. En consecuencia, varias magníficas miniaturas comparan su corte con la divina.

Sant’Agostino como 'testigo'
La segunda parte sostiene la intención de representar al rey como el soberano ideal: con citas de San Agustín relacionadas con Roberto, sobre las cuatro virtudes cardinales, las virtudes cristianas y las alegorías de las artes liberales. Las ilustraciones testimonian la notable habilidad de los miniaturistas involucrados.

Roberto d'Angiò – El destino entre ambición real y realidad europea
Nacido en 1278, Roberto era sobrino del gran Carlo d'Angiò. Después de que su padre, Carlo II di Napoli, perdiera una batalla naval, pasó su infancia como rehén en la corte aragonesa. En 1309, tras la muerte de Carlo II, Roberto se convirtió en rey de Nápoles y Sicilia. Disfrutó del favor papal, ya que los papas —que estaban en Avignon desde 1309— lo consideraban su hombre en Italia, capaz de hacer frente al imperio y de representar los intereses del papado. Así, hasta su muerte en 1343, estuvo en conflicto con los soberanos alemanes, desde el emperador Enrique VII hasta Ludovico el Bavaro, quienes, siguiendo la tradición iniciada por Carlomagno, consideraban Italia como su posesión. Políticamente, Roberto no logró mucho éxito, lo que hace aún más impresionante su pretensión de unificación de Italia, un objetivo que no se alcanzaría durante otros 500 años.

Lleno de color: iniciales en pintura fleuronnée y opaca.
El texto está dividido por letras decorativas rojas y azules, ricamente decoradas con gigli en color contrastante. En la segunda parte del manuscrito, las iniciales con los gigli contrastan con iniciales opacas caracterizadas por un uso generoso de hoja de oro brillante. Su modelado tridimensional y los colores brillantes testimonian la habilidad de los pintores que las realizaron.

El misterio que rodea al autor
El texto debe haber sido escrito entre 1334 y 1343. Además, proporciona indicios sobre el autor, aún no identificado: él se identifica como un profesor de Prato que compuso el poema. Los estudiosos, por lo tanto, generalmente lo identifican con Convenevole da Prato (1270/75–1338), quien también fue maestro de Francesco Petrarca (1304–1374).