Yaseneva Sveta - A Pause Among Flamingos





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Descripción del vendedor
Vivo y trabajo en Eslovaquia. La entrega dentro de la Unión Europea tarda entre 7 y 10 días.
Esta pintura trata sobre un momento de quietud — no de acción, sino de pausa. Una pausa tanto interior como exterior. La niña se encuentra entre los flamencos sin perturbárselos y sin intentar pertenecer a su mundo. Ella observa en silencio, manteniéndose en equilibrio con el espacio que la rodea.
Los flamencos no son elementos decorativos ni exóticos. Representan la estabilidad y el ritmo natural que existe independientemente de la emoción humana. Su presencia tranquila enfatiza la frágil pero consciente quietud del niño — un momento en el que el tiempo parece desacelerarse.
Las manchas rojas en la parte inferior de la pintura llevan un significado simbólico. Las veo como rastros de emoción dejados atrás después de que el movimiento ya ha pasado. No son signos de peligro o agresión, sino ecos visuales de tensión interna, memoria o experiencia que no desaparecen por completo. Se parecen a reflejos en el agua o al calor que permanece en la superficie después de un paso. Estos acentos rojos evitan que la escena se vuelva completamente silenciosa y hacen que la pausa sea tangible.
Mi trabajo se enfoca en la atmósfera, los estados emocionales y la memoria en lugar de una narrativa directa, dejando espacio para la interpretación del espectador.
Vivo y trabajo en Eslovaquia. La entrega dentro de la Unión Europea tarda entre 7 y 10 días.
Esta pintura trata sobre un momento de quietud — no de acción, sino de pausa. Una pausa tanto interior como exterior. La niña se encuentra entre los flamencos sin perturbárselos y sin intentar pertenecer a su mundo. Ella observa en silencio, manteniéndose en equilibrio con el espacio que la rodea.
Los flamencos no son elementos decorativos ni exóticos. Representan la estabilidad y el ritmo natural que existe independientemente de la emoción humana. Su presencia tranquila enfatiza la frágil pero consciente quietud del niño — un momento en el que el tiempo parece desacelerarse.
Las manchas rojas en la parte inferior de la pintura llevan un significado simbólico. Las veo como rastros de emoción dejados atrás después de que el movimiento ya ha pasado. No son signos de peligro o agresión, sino ecos visuales de tensión interna, memoria o experiencia que no desaparecen por completo. Se parecen a reflejos en el agua o al calor que permanece en la superficie después de un paso. Estos acentos rojos evitan que la escena se vuelva completamente silenciosa y hacen que la pausa sea tangible.
Mi trabajo se enfoca en la atmósfera, los estados emocionales y la memoria en lugar de una narrativa directa, dejando espacio para la interpretación del espectador.

