Roberto Lazzarini (1951) - Odres






Máster en Innovación y Organización de las Artes, diez años en arte italiano contemporáneo.
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Descripción del vendedor
Pintura en tabla en acrílico matérico
Roberto Lazzarini (1951)
Ópera firmada
Con certificado de autenticidad
Los invitamos a visitar en la web también la galería online 'delauretisart', ¡les gustará!
Biografía
Roberto Lazzarini nace en Massarosa en 1951, sus raíces están firmemente arraigadas en la Versilia, a un paso del mar. Su camino artístico comienza desde joven, en constante búsqueda y experimentación, quien lo conoce personalmente diría: un alma en pena que no se contrapone a un espíritu artístico. Las primeras obras de tono expresionista ya muestran una personalidad fuerte y un impulso creativo que se manifiesta en el uso del color. Las mezclas cromáticas son energéticas, decididas, a menudo contrastantes, la pasta es rica y matéricamente densa. Durante muchos años, Lazzarini no logra desprenderse completamente de la figuración, pinta hombres, casas, árboles, ríos, animales, insertados en un espacio muy particular, donde predomina el color sobre las formas. Sus cuadros carecen de orden compositivo y no siguen las reglas de la perspectiva; son imágenes de la mente y de la realidad interior que se materializan en el lienzo de manera desordenada, espontánea y gestual, sin dibujo preparatorio ni esquema racional, la idea surge de forma explosiva e invade el espacio del lienzo. Lazzarini usa la espátula, la prefiere al pincel, porque el trazo es nítido, el gesto expresa fuerza y determinación y no hay vuelta atrás. Con el paso de los años, se aleja gradualmente de la representación figurativa y comienza su camino hacia la abstracción, donde parece haber encontrado su camino. Nunca el color ha sido más expresivo, el gesto rápido y seguro, las formas emergen desde la profundidad de las combinaciones cromáticas en una continua superposición. Los collages de 2008 marcan la transición hacia la búsqueda de una profundidad o tridimensionalidad que ya no sea ilusión ni apariencia, color sabiamente dosificado sobre la bidimensionalidad de la superficie. Con estas obras, las telas pegadas y superpuestas unas sobre otras, salen del marco, creando sombras y relieves reales aunque ligeramente perceptibles.
El vendedor y su historia
Traducido por el Traductor de GooglePintura en tabla en acrílico matérico
Roberto Lazzarini (1951)
Ópera firmada
Con certificado de autenticidad
Los invitamos a visitar en la web también la galería online 'delauretisart', ¡les gustará!
Biografía
Roberto Lazzarini nace en Massarosa en 1951, sus raíces están firmemente arraigadas en la Versilia, a un paso del mar. Su camino artístico comienza desde joven, en constante búsqueda y experimentación, quien lo conoce personalmente diría: un alma en pena que no se contrapone a un espíritu artístico. Las primeras obras de tono expresionista ya muestran una personalidad fuerte y un impulso creativo que se manifiesta en el uso del color. Las mezclas cromáticas son energéticas, decididas, a menudo contrastantes, la pasta es rica y matéricamente densa. Durante muchos años, Lazzarini no logra desprenderse completamente de la figuración, pinta hombres, casas, árboles, ríos, animales, insertados en un espacio muy particular, donde predomina el color sobre las formas. Sus cuadros carecen de orden compositivo y no siguen las reglas de la perspectiva; son imágenes de la mente y de la realidad interior que se materializan en el lienzo de manera desordenada, espontánea y gestual, sin dibujo preparatorio ni esquema racional, la idea surge de forma explosiva e invade el espacio del lienzo. Lazzarini usa la espátula, la prefiere al pincel, porque el trazo es nítido, el gesto expresa fuerza y determinación y no hay vuelta atrás. Con el paso de los años, se aleja gradualmente de la representación figurativa y comienza su camino hacia la abstracción, donde parece haber encontrado su camino. Nunca el color ha sido más expresivo, el gesto rápido y seguro, las formas emergen desde la profundidad de las combinaciones cromáticas en una continua superposición. Los collages de 2008 marcan la transición hacia la búsqueda de una profundidad o tridimensionalidad que ya no sea ilusión ni apariencia, color sabiamente dosificado sobre la bidimensionalidad de la superficie. Con estas obras, las telas pegadas y superpuestas unas sobre otras, salen del marco, creando sombras y relieves reales aunque ligeramente perceptibles.
