Vitaly Leshukov Soldatov (1968) - Tormenta de colores





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Descripción del vendedor
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Vitaly Leshukov, que representa un paisaje transformado por la energía del color y el movimiento, donde cielo, tierra y naturaleza se funden en una danza vibrante y luminosa. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones de la obra: 81x54,5x2 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, Leshukov.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX, utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos o GLS con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro despliega una explosión de color y movimiento que transforma un paisaje rural en un espectáculo vibrante, casi onírico, donde cada elemento parece estar vivo y en perpetua transformación. Desde el primer instante, la mirada se ve atraída por el cielo, convertido en un océano de remolinos multicolores que se expanden como oleadas de energía. Tonos amarillos intensos se mezclan con azules, verdes, rosados y naranjas en un baile que sugiere viento, luz y emoción pura. No es un cielo quieto, sino un firmamento palpitante, lleno de curvas, espirales y delirantes trazos que le dan un carácter mágico y envolvente.
A medida que la vista desciende, surge un paisaje de colinas doradas que parecen moverse bajo el calor del sol. El terreno, construido a partir de pinceladas sinuosas y cálidas, muestra senderos que serpentean y se abren paso entre campos que vibran de vida. Cada curva del terreno parece latir con la misma fuerza expresiva que el cielo, creando una continuidad entre lo terrenal y lo celeste. Las tonalidades doradas, naranjas y rojizas del suelo contrastan y, a la vez, se funden con los tonos verdes que brotan de la vegetación, creando un paisaje lleno de ritmo, profundidad y emoción.
En el centro de la composición se erige una casa de tejado rojo anaranjado, cuyo color destaca con intensidad entre el mar de formas sinuosas que la rodean. Esta construcción actúa como un punto de calma en medio de la agitación cromática, un refugio que ancla la escena en la realidad. Los árboles que la acompañan, especialmente los altos altos que se deslizan hacia arriba con formas ondulantes, parecen participar del mismo movimiento vibrante que domina la obra, como si el viento los moldeara en consonancia con los remolinos del cielo. Su presencia aporta verticalidad y equilibra visualmente el dinamismo del resto del cuadro.
El paisaje continúa hacia un horizonte de colinas suaves que muestran tonalidades malvas, rosadas y azules, dotando a la escena de una profundidad casi infinita. El agua que se insinúa en la distancia refleja los mismos colores del cielo, sugiriendo que el mundo entero está envuelto en esa danza cromática. Todo está conectado por un hilo visual que une luz, tierra, vegetación y arquitectura bajo el mismo impulso vibrante. Cada parte del cuadro parece estar murmurado por un aire cálido y expansivo que transforma el paisaje en un sueño lleno de energía.
En conjunto, el cuadro transmite una visión profundamente expresiva y emocionante del paisaje, donde la naturaleza se convierte en un torbellino de luz, color y vitalidad. La fuerza del cielo, la calidez de la tierra y la presencia serena de la casa crean una escena que invita a sentir, más que a observar, la intensidad del mundo representado.
El vendedor y su historia
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Vitaly Leshukov, que representa un paisaje transformado por la energía del color y el movimiento, donde cielo, tierra y naturaleza se funden en una danza vibrante y luminosa. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones de la obra: 81x54,5x2 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, Leshukov.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX, utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos o GLS con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro despliega una explosión de color y movimiento que transforma un paisaje rural en un espectáculo vibrante, casi onírico, donde cada elemento parece estar vivo y en perpetua transformación. Desde el primer instante, la mirada se ve atraída por el cielo, convertido en un océano de remolinos multicolores que se expanden como oleadas de energía. Tonos amarillos intensos se mezclan con azules, verdes, rosados y naranjas en un baile que sugiere viento, luz y emoción pura. No es un cielo quieto, sino un firmamento palpitante, lleno de curvas, espirales y delirantes trazos que le dan un carácter mágico y envolvente.
A medida que la vista desciende, surge un paisaje de colinas doradas que parecen moverse bajo el calor del sol. El terreno, construido a partir de pinceladas sinuosas y cálidas, muestra senderos que serpentean y se abren paso entre campos que vibran de vida. Cada curva del terreno parece latir con la misma fuerza expresiva que el cielo, creando una continuidad entre lo terrenal y lo celeste. Las tonalidades doradas, naranjas y rojizas del suelo contrastan y, a la vez, se funden con los tonos verdes que brotan de la vegetación, creando un paisaje lleno de ritmo, profundidad y emoción.
En el centro de la composición se erige una casa de tejado rojo anaranjado, cuyo color destaca con intensidad entre el mar de formas sinuosas que la rodean. Esta construcción actúa como un punto de calma en medio de la agitación cromática, un refugio que ancla la escena en la realidad. Los árboles que la acompañan, especialmente los altos altos que se deslizan hacia arriba con formas ondulantes, parecen participar del mismo movimiento vibrante que domina la obra, como si el viento los moldeara en consonancia con los remolinos del cielo. Su presencia aporta verticalidad y equilibra visualmente el dinamismo del resto del cuadro.
El paisaje continúa hacia un horizonte de colinas suaves que muestran tonalidades malvas, rosadas y azules, dotando a la escena de una profundidad casi infinita. El agua que se insinúa en la distancia refleja los mismos colores del cielo, sugiriendo que el mundo entero está envuelto en esa danza cromática. Todo está conectado por un hilo visual que une luz, tierra, vegetación y arquitectura bajo el mismo impulso vibrante. Cada parte del cuadro parece estar murmurado por un aire cálido y expansivo que transforma el paisaje en un sueño lleno de energía.
En conjunto, el cuadro transmite una visión profundamente expresiva y emocionante del paisaje, donde la naturaleza se convierte en un torbellino de luz, color y vitalidad. La fuerza del cielo, la calidez de la tierra y la presencia serena de la casa crean una escena que invita a sentir, más que a observar, la intensidad del mundo representado.

