Gianfranco Zenerato - HIBERNATED MOUSE

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David López-Carcedo
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Gianfranco Zenerato presenta HIBERNATED MOUSE, una obra original 1/1 del 2023 en resina y acrílico, 16 × 14 × 5 cm, fabricada en Italia y acompañada de un certificado de autenticidad firmado por el autor.

Resumen redactado con la ayuda de la IA

Descripción del vendedor

Ideal para inversión
Más de 180 coleccionistas han comprado obras de Gianfranco Zenerato en Catawiki.
Los primeros 5 artistas en rápida ascensión en Catawiki

Obra 3D exclusiva e irrepetible
tratada con resina y pintada a mano por el autor con colores de alta calidad
La obra llegará dentro de un elegante cofre (como en la foto).

¡Agrega a tu colección este exclusivo objeto de arte!

192 objetos vendidos - 100% positivo - 70 reseñas

www.zenerato.com

GIANFRANCO ZENERATO (Artista Profesional - Italia)

Activo desde 1990, con más de 600 participaciones en eventos de arte nacionales e internacionales.
Reconocido por la alta calidad de sus obras, con más de 500 premios recibidos.
Presente en colecciones públicas y privadas en Italia, Europa, América y Asia.
Exhibió junto a maestros como Antonio Nunziante, Athos Faccincani, Alfonso Borghi, Giuseppe Menozzi, Giampaolo Talani, Saturno Buttò, etc.
Reseñado por los principales críticos italianos.

La obra estará acompañada de:

Certificado de autenticidad firmado por el autor
Certificado de archivo internacional de las artes contemporáneas
Expediente que contiene la trayectoria profesional del artista.

En 'Hybernated Mouse', la forma suspendida dentro de la resina adopta la apariencia de una criatura tecnológica dormida, un fragmento de futuro encarcelado en un bloque cristalino. Su superficie pictórica, movida por vetas materiales y pulsaciones cromáticas, evoca un organismo indecifrable que retiene en sí memoria, transformación y espera.
La obra no representa: conserva.
Conserva el último instante antes de la metamorfosis, cuando lo que pertenece a la artificiosidad parece rozar lo animado y, por un momento, pide ser escuchado más que interpretado.
Para un coleccionista, significa llevar consigo una síntesis rara entre materia e idea: un objeto enigmático que sigue pensando, incluso en su silencio.

NOTA IMPORTANTE PARA LICITADORES FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA
Los envíos a países no pertenecientes a la UE son posibles, pero debido a los complejos trámites burocráticos (autorizaciones ministeriales, formalidades aduaneras, etc.) se prevén costes adicionales, ya incluidos en los gastos de envío indicados en el listado.
Por las mismas razones, los plazos de entrega pueden ser más largos de lo habitual.
Gracias por su comprensión.

GIANFRANCO ZENERATO (Artista Profesional - Italia)

Activo desde 1990, ha emprendido una trayectoria artística que lo ha llevado a participar en más de 600 eventos artísticos, recibiendo reconocimiento nacional e internacional por la calidad de su obra. Con más de 500 premios en su haber, sus creaciones han enriquecido importantes colecciones públicas y privadas en Italia, Europa, América y Asia. Ha expuesto junto a maestros como Antonio Nunziante, Athos Faccincani, Alfonso Borghi, Giuseppe Menozzi, Giampaolo Talani, Saturno Buttò, entre otros.

Actualmente colabora con el conocido crítico de arte, Prof. Giammarco Puntelli.

Algunas críticas de reconocidos expertos del sector:

Gianfranco Zenerato pertenece a ese movimiento de artistas de la década de 1970, firmes mensajeros de la sociedad occidental. Mientras que el milanés Antonio Recalcati y el romano Franco Mulas expresaron la ira social, Zenerato, por otro lado, es portador de una conmovedora advertencia, donde la derrota del hombre también puede representar la antesala de una redención secular. Es una visión llena de significado simbólico, de un pintor de la escuela moderna, que combina con talento la investigación y la experimentación. (Paolo Levi)

Nos damos cuenta de que esta imagen emblemática ofrece una especie de invitación a meditar sobre la belleza de una naturaleza muerta, una flor y una joven. El clasicismo de estas imágenes silenciosas interrumpe la atmósfera suspendida de un mundo gris, el contemporáneo, que nos distrae de nuestros sueños. (Paolo Levi)

En este mensaje visual, inquietante pero explícito, el diálogo entre la esencialidad cromática y la armonía de las formas da testimonio de la tensión expresiva y la maestría de un artista talentoso. La interacción entre flores, frutas y objetos tecnológicos contemporáneos es interesante y original. (Stefania Bison)

Gianfranco Zenerato desarrolla narrativas de signos que revelan, paso a paso, las infinitas posibilidades de una imaginación fértil, organizada según las secuencias ordenadas de sus propios procesos mentales. Por lo tanto, sus construcciones imaginativas podrían confundir a los críticos, llamándolo surrealista. Esto es incorrecto, ya que no propone una imaginación absurda e irreal, sino que, por el contrario, describe una realidad que nos resulta familiar, pero con un propósito comunicativo y altamente simbólico. (Sandro Serradifalco)

Esta pintura de Gianfranco Zenerato, técnicamente bien estructurada, con una articulación fina y rica, presenta una realidad construida por la mente de un visionario. Sus obras tienen un fuerte componente escenográfico, y quienes exploran estos mensajes deben descifrar el significado que su autor les ha atribuido. Juega con símbolos y referencias, y se deleita en confundir las coordenadas interpretativas de lo que podría ser la trama de una historia disfrazada de irrealidad. (S. Russo)

Con Gianfranco Zenerato tenemos una excelente idea, transformada con gran habilidad en lo que es una figuración de expectativa, donde la modernidad se encuentra con un tiempo que ya no existe para hacernos redescubrir sentimientos... (Giammarco Puntelli)


El artista se centra en la superposición e intersección de géneros, en una exploración alusiva y metafórica de temas y colores. Con una intuición brillante, unifica pasado (naturaleza muerta), presente (la imagen femenina) y futuro (simbolismo, escritura críptica, etc.), convirtiendo la obra en un paradigma artístico, literario y metanarrativo. El pintor se compromete a identificar un nuevo universo visual, explorando los límites de la iconografía tradicional para demostrar cómo la pintura actual, en medio de tanta agitación, sigue siendo una disciplina original. La creatividad del artista reafirma así, también gracias a los vibrantes colores, que un enfoque de género aún tiene un lugar legítimo en la pintura del siglo XXI.

La pintura de Gianfranco Zenerato nos lleva a una visión de la realidad que opera en tres niveles. Es un viaje a través del tiempo que emprendemos con el artista, quien, a través de diversos experimentos, ha llegado a situar su visión en un presente que "mira" al pasado como un mundo ideal, aunque ahora perdido, y a un futuro lleno de contaminaciones artificiales y forzadas.
El mensaje que transmiten los elementos colocados en el lienzo, que enmarcan su visión global, es una advertencia. La «batería», un elemento fijo, nos advierte que tengamos cuidado: el tiempo se acaba. La fuerte referencia a elementos naturales en primer plano, intercalados con objetos tecnológicos (el ratón, el CD o el despertador), subraya la importancia de mantener vínculos con el pasado, con un mundo donde la naturaleza era predominante.
El elemento femenino, situado en el plano temporal del presente, representa el arquetipo de la Madre Tierra situada en el punto medio entre el pasado y el futuro.
Como Odiseo, Gianfranco recorre esta dimensión temporal, buscando las fuerzas que nos sostienen y moldean, que alteran o rigen nuestro destino. Impulsado por el futuro, el artista-hombre afronta el viaje con fuerza y determinación, pero luego se da cuenta de su propia fragilidad ante la complejidad de un mundo que creó —el mundo tecnológico— que se le escapa de las manos, y por ello siente la necesidad de regresar al punto de partida. Así, retorna la naturaleza cíclica del viaje, donde el viaje es esta eterna llamada a la vida y a la muerte. Debemos regresar al punto de partida para redescubrirnos a nosotros mismos, y la figura femenina se convierte así en símbolo de quien nos permite renacer.
Las palabras "partire" y "partorire" transmiten el concepto de separación y desapego, y en cada viaje de Gianfranco Zenerato existe esta referencia temporal circular, esta partida y su regreso. Cuando miramos al futuro, solo podemos volver la mirada al pasado para no perder nuestras raíces, para no ser deshumanizados por el mundo tecnológico y postecnológico.
Cada viaje pone al mismo nivel la racionalidad y las emociones, plantea dudas y miedos, los ritmos de la vida cotidiana se distorsionan y adquieren significados diferentes.
Avanzar hacia el futuro se convierte en un desafío, plasmado en la mirada femenina, pero también en un peligro, pues casi representa una pérdida de identidad. Partir exige enfrentarse a la separación del "viejo yo", compuesto de hábitos, roles y certezas. Partir, sin embargo, es libertad, y aunque esta sea limitada por implicar enfrentarse a lo desconocido, logra restituir el orden en el pasado. La perspectiva cambiante se vuelve centrífuga y centrípeta; el flujo de expansión es la dirección en la que se va, mientras que el punto de apoyo de la contracción es la dirección de la que se parte. En las obras de Zenerato, se experimenta esta sensación de venir de un lugar y dirigirse a otro. En el centro se encuentra la figura femenina como punto de referencia: ella es la conciencia de la artista, el corazón del viaje, con sus ritmos, ruidos, tiempos, dificultades, descubrimientos y emociones.
El plano temporal del futuro que representa la llegada está, en algunas obras, deshumanizado, y la figura femenina está casi desmoronada porque el propio artista no se reconoce en esa posición: es como si la pérdida de identidad fuera una resignación desconsolada ante la pérdida de vínculos con el pasado e incluso los elementos de las naturalezas muertas se vuelven, en algunos casos, casi ausentes y eclipsados por los tecnológicos.
Se hace esencial, entonces, protegernos de este futuro, que avanza peligrosamente y casi incontrolablemente, y refugiarnos en algo conocido y antiguo donde incluso "las ilusiones son reales".
Con Gianfranco Zenerato, tenemos la verdadera oportunidad de viajar a través de sueños, señales y símbolos, donde cada uno se verá reflejado en un espejo. Partir con él significará oscurecer temporalmente esos espejos, a la espera de descubrir una imagen diferente de nosotros mismos. Quizás encontremos nuestra esencia, nos demos cuenta de la relatividad de nuestros propios valores y puntos de vista, y los de los demás. Podremos perdernos y luego reencontrarnos, descubriendo una naturaleza, un destino y una identidad compartidos. (Gaetana Foletto)

El artista, partiendo del pastismo clásico con un lenguaje de preabstracción figurativa, arrastra el cursor móvil de su conciencia emergente de desarrollo contra el telón de fondo de su cosmos interior historicista, hasta las urgencias extremas del presente, sometiendo su técnica aprendida a la energía de los sueños, los signos, los símbolos y, sobre todo, la del color, rico en claridad y pureza tímbrica, para interactuar también con el presente tecnológico. Su modernidad es genuinamente psicológica y una intensa expresión de su carga expresiva de variables desde las citas transvanguardistas de finales del siglo XX en adelante... con superposiciones de perspectiva caravaggionas... y psicología moderna de extracción posrenacentista (Rembrandt...). Zenerato posee un potencial creativo que abarca un vasto rango histórico, sabiendo combinarlo poéticamente, ensamblando y haciendo vibrar la lira de la poesía del alma en las coordenadas de la historia del arte en valores universales, y explorando el cursor de su infinita evolución imaginativa, a través del hiperrealismo de su sueño visionario, una ventana abierta añadida a la razón. En diálogo con el presente. (Prof. Alfredo Pasolino)

Su investigación es muy interesante: la figuración logra efectos escenográficos en un espacio en el que vibra una frecuencia simbólica, confiada a veces a los sueños, a los mitos o a la realidad cotidiana, todo armonizado por un espléndido juego de colores.


El artista del rigor y la modernidad
Editado por Francesco Cairone


Los autores más originales no lo son porque promuevan lo nuevo, sino porque presentan lo que tienen que decir de tal manera que parece como si nunca se hubiera dicho antes.
(Goethe)


Es necesario partir de la incisiva frase de Goethe para analizar la rica e innovadora pintura del artista Gianfranco Zenerato, ya que esa simple frase revela una gran verdad: que ya todo está hecho en la pintura, y hoy el artista que busca conquistar su propia individualidad, sin dejarse influenciar por las corrientes y los maestros del pasado, debe superar enormes obstáculos. Como también argumentó Giorgio Morandi: «No hay nada, o muy poco, nuevo en el mundo»; por lo tanto, para ser original, se debe pintar teniendo en cuenta las evoluciones sociales, tecnológicas y científicas.

Se dice que el arte es de todos, pero no es para todos. Por lo tanto, todos tienen derecho a conmoverse con una obra maestra. Sin embargo, pintar y crear es un don que Dios ha concedido solo a unos pocos. Son capaces de ver lo que otros a menudo no perciben y de transformar las emociones que surgen de las pequeñas cosas —un gesto, una caricia, una mirada— en tonos vibrantes que colorean la monotonía del mundo que nos rodea.
Entre estos afortunados, sin duda debemos incluir al Maestro Zenerato, un artista de talento excepcional, que combina meticulosidad, rigor e imaginación en un estilo pictórico que, si bien evoca a los maestros del pasado, demuestra que ha atesorado las lecciones de la pintura fina, tomando prestada una técnica impecable de los grandes. Sin embargo, su singularidad e individualidad se evidencian en el toque de elegante modernidad presente en cada creación, lo que lo convierte en una rara excepción en el panorama artístico nacional.
Cestas de flores y fruta madura y exuberante, dispuestas sobre altos muros de mármol desgastados por el paso del tiempo y a menudo desfigurados por los dibujos amorosos de dos jóvenes amantes, se entrelazan con objetos cotidianos modernos, como un CD-ROM, un ratón o una espátula, que se convierten en un vínculo entre el pasado, el presente y el futuro. El paisaje circundante, casi siempre capturado al atardecer, cuando el rayo verde saluda al sol y da la bienvenida a la luna, enfatiza aún más lo que Zenerato proclama en los paneles de mármol en primer plano, donde una gama de colores cada vez más vívida abarca del rojo al amarillo, el verde y todos los tonos más cálidos del arcoíris.
Y el arcoíris parece opacar la carrera de este joven y prometedor artista, un prosista de arte porque creó un estilo primero poético y luego pictórico, con el que logra representar lo que siente, filtrando la fealdad y la negatividad que trae consigo nuestro mundo.

Han escrito sobre él o juzgado sus obras:

Paolo Levi, Paolo Rizzi, Giammarco Puntelli, Giorgio Grasso, Sergio Capellini, Pietro Gasperini, Francois Buisson, R. Boschi, Michele Nocera, Carlo Alberto Gobbetti, Antonella Gotti, Gianni Ingolia, Dino Pasquali, Umberto Zaccaria, Umberto Tessari, Ottorino Stefani, Giulio Gasparotti, Carlo Federico Teodoro, Carlo Rigoni, Giorgio Trevisan, Vera Meneguzzo, Claudio Radaelli, Grillo Biagio, Luca Dall'olio, Franco Brescianini, Giovanni B. Bianchini, Mara Frignani, Aldo Tavella, Angelo Marchiori, Walter Coccetta, Paolo Baratella, Luciano Chinese, Luigi Consonni, Giuseppe Possa, Silvano Valentini, Siro Perin, Alfredo Pasolino, etc.

Ha colaborado con las siguientes galerías:

Galería CD Art Studio
Galería de Arte Nueva Dimensión
Galería Emmediarte
Galería La Spadarina
La galería del artista
Galería Arttime
Galería Orler

Ideal para inversión
Más de 180 coleccionistas han comprado obras de Gianfranco Zenerato en Catawiki.
Los primeros 5 artistas en rápida ascensión en Catawiki

Obra 3D exclusiva e irrepetible
tratada con resina y pintada a mano por el autor con colores de alta calidad
La obra llegará dentro de un elegante cofre (como en la foto).

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192 objetos vendidos - 100% positivo - 70 reseñas

www.zenerato.com

GIANFRANCO ZENERATO (Artista Profesional - Italia)

Activo desde 1990, con más de 600 participaciones en eventos de arte nacionales e internacionales.
Reconocido por la alta calidad de sus obras, con más de 500 premios recibidos.
Presente en colecciones públicas y privadas en Italia, Europa, América y Asia.
Exhibió junto a maestros como Antonio Nunziante, Athos Faccincani, Alfonso Borghi, Giuseppe Menozzi, Giampaolo Talani, Saturno Buttò, etc.
Reseñado por los principales críticos italianos.

La obra estará acompañada de:

Certificado de autenticidad firmado por el autor
Certificado de archivo internacional de las artes contemporáneas
Expediente que contiene la trayectoria profesional del artista.

En 'Hybernated Mouse', la forma suspendida dentro de la resina adopta la apariencia de una criatura tecnológica dormida, un fragmento de futuro encarcelado en un bloque cristalino. Su superficie pictórica, movida por vetas materiales y pulsaciones cromáticas, evoca un organismo indecifrable que retiene en sí memoria, transformación y espera.
La obra no representa: conserva.
Conserva el último instante antes de la metamorfosis, cuando lo que pertenece a la artificiosidad parece rozar lo animado y, por un momento, pide ser escuchado más que interpretado.
Para un coleccionista, significa llevar consigo una síntesis rara entre materia e idea: un objeto enigmático que sigue pensando, incluso en su silencio.

NOTA IMPORTANTE PARA LICITADORES FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA
Los envíos a países no pertenecientes a la UE son posibles, pero debido a los complejos trámites burocráticos (autorizaciones ministeriales, formalidades aduaneras, etc.) se prevén costes adicionales, ya incluidos en los gastos de envío indicados en el listado.
Por las mismas razones, los plazos de entrega pueden ser más largos de lo habitual.
Gracias por su comprensión.

GIANFRANCO ZENERATO (Artista Profesional - Italia)

Activo desde 1990, ha emprendido una trayectoria artística que lo ha llevado a participar en más de 600 eventos artísticos, recibiendo reconocimiento nacional e internacional por la calidad de su obra. Con más de 500 premios en su haber, sus creaciones han enriquecido importantes colecciones públicas y privadas en Italia, Europa, América y Asia. Ha expuesto junto a maestros como Antonio Nunziante, Athos Faccincani, Alfonso Borghi, Giuseppe Menozzi, Giampaolo Talani, Saturno Buttò, entre otros.

Actualmente colabora con el conocido crítico de arte, Prof. Giammarco Puntelli.

Algunas críticas de reconocidos expertos del sector:

Gianfranco Zenerato pertenece a ese movimiento de artistas de la década de 1970, firmes mensajeros de la sociedad occidental. Mientras que el milanés Antonio Recalcati y el romano Franco Mulas expresaron la ira social, Zenerato, por otro lado, es portador de una conmovedora advertencia, donde la derrota del hombre también puede representar la antesala de una redención secular. Es una visión llena de significado simbólico, de un pintor de la escuela moderna, que combina con talento la investigación y la experimentación. (Paolo Levi)

Nos damos cuenta de que esta imagen emblemática ofrece una especie de invitación a meditar sobre la belleza de una naturaleza muerta, una flor y una joven. El clasicismo de estas imágenes silenciosas interrumpe la atmósfera suspendida de un mundo gris, el contemporáneo, que nos distrae de nuestros sueños. (Paolo Levi)

En este mensaje visual, inquietante pero explícito, el diálogo entre la esencialidad cromática y la armonía de las formas da testimonio de la tensión expresiva y la maestría de un artista talentoso. La interacción entre flores, frutas y objetos tecnológicos contemporáneos es interesante y original. (Stefania Bison)

Gianfranco Zenerato desarrolla narrativas de signos que revelan, paso a paso, las infinitas posibilidades de una imaginación fértil, organizada según las secuencias ordenadas de sus propios procesos mentales. Por lo tanto, sus construcciones imaginativas podrían confundir a los críticos, llamándolo surrealista. Esto es incorrecto, ya que no propone una imaginación absurda e irreal, sino que, por el contrario, describe una realidad que nos resulta familiar, pero con un propósito comunicativo y altamente simbólico. (Sandro Serradifalco)

Esta pintura de Gianfranco Zenerato, técnicamente bien estructurada, con una articulación fina y rica, presenta una realidad construida por la mente de un visionario. Sus obras tienen un fuerte componente escenográfico, y quienes exploran estos mensajes deben descifrar el significado que su autor les ha atribuido. Juega con símbolos y referencias, y se deleita en confundir las coordenadas interpretativas de lo que podría ser la trama de una historia disfrazada de irrealidad. (S. Russo)

Con Gianfranco Zenerato tenemos una excelente idea, transformada con gran habilidad en lo que es una figuración de expectativa, donde la modernidad se encuentra con un tiempo que ya no existe para hacernos redescubrir sentimientos... (Giammarco Puntelli)


El artista se centra en la superposición e intersección de géneros, en una exploración alusiva y metafórica de temas y colores. Con una intuición brillante, unifica pasado (naturaleza muerta), presente (la imagen femenina) y futuro (simbolismo, escritura críptica, etc.), convirtiendo la obra en un paradigma artístico, literario y metanarrativo. El pintor se compromete a identificar un nuevo universo visual, explorando los límites de la iconografía tradicional para demostrar cómo la pintura actual, en medio de tanta agitación, sigue siendo una disciplina original. La creatividad del artista reafirma así, también gracias a los vibrantes colores, que un enfoque de género aún tiene un lugar legítimo en la pintura del siglo XXI.

La pintura de Gianfranco Zenerato nos lleva a una visión de la realidad que opera en tres niveles. Es un viaje a través del tiempo que emprendemos con el artista, quien, a través de diversos experimentos, ha llegado a situar su visión en un presente que "mira" al pasado como un mundo ideal, aunque ahora perdido, y a un futuro lleno de contaminaciones artificiales y forzadas.
El mensaje que transmiten los elementos colocados en el lienzo, que enmarcan su visión global, es una advertencia. La «batería», un elemento fijo, nos advierte que tengamos cuidado: el tiempo se acaba. La fuerte referencia a elementos naturales en primer plano, intercalados con objetos tecnológicos (el ratón, el CD o el despertador), subraya la importancia de mantener vínculos con el pasado, con un mundo donde la naturaleza era predominante.
El elemento femenino, situado en el plano temporal del presente, representa el arquetipo de la Madre Tierra situada en el punto medio entre el pasado y el futuro.
Como Odiseo, Gianfranco recorre esta dimensión temporal, buscando las fuerzas que nos sostienen y moldean, que alteran o rigen nuestro destino. Impulsado por el futuro, el artista-hombre afronta el viaje con fuerza y determinación, pero luego se da cuenta de su propia fragilidad ante la complejidad de un mundo que creó —el mundo tecnológico— que se le escapa de las manos, y por ello siente la necesidad de regresar al punto de partida. Así, retorna la naturaleza cíclica del viaje, donde el viaje es esta eterna llamada a la vida y a la muerte. Debemos regresar al punto de partida para redescubrirnos a nosotros mismos, y la figura femenina se convierte así en símbolo de quien nos permite renacer.
Las palabras "partire" y "partorire" transmiten el concepto de separación y desapego, y en cada viaje de Gianfranco Zenerato existe esta referencia temporal circular, esta partida y su regreso. Cuando miramos al futuro, solo podemos volver la mirada al pasado para no perder nuestras raíces, para no ser deshumanizados por el mundo tecnológico y postecnológico.
Cada viaje pone al mismo nivel la racionalidad y las emociones, plantea dudas y miedos, los ritmos de la vida cotidiana se distorsionan y adquieren significados diferentes.
Avanzar hacia el futuro se convierte en un desafío, plasmado en la mirada femenina, pero también en un peligro, pues casi representa una pérdida de identidad. Partir exige enfrentarse a la separación del "viejo yo", compuesto de hábitos, roles y certezas. Partir, sin embargo, es libertad, y aunque esta sea limitada por implicar enfrentarse a lo desconocido, logra restituir el orden en el pasado. La perspectiva cambiante se vuelve centrífuga y centrípeta; el flujo de expansión es la dirección en la que se va, mientras que el punto de apoyo de la contracción es la dirección de la que se parte. En las obras de Zenerato, se experimenta esta sensación de venir de un lugar y dirigirse a otro. En el centro se encuentra la figura femenina como punto de referencia: ella es la conciencia de la artista, el corazón del viaje, con sus ritmos, ruidos, tiempos, dificultades, descubrimientos y emociones.
El plano temporal del futuro que representa la llegada está, en algunas obras, deshumanizado, y la figura femenina está casi desmoronada porque el propio artista no se reconoce en esa posición: es como si la pérdida de identidad fuera una resignación desconsolada ante la pérdida de vínculos con el pasado e incluso los elementos de las naturalezas muertas se vuelven, en algunos casos, casi ausentes y eclipsados por los tecnológicos.
Se hace esencial, entonces, protegernos de este futuro, que avanza peligrosamente y casi incontrolablemente, y refugiarnos en algo conocido y antiguo donde incluso "las ilusiones son reales".
Con Gianfranco Zenerato, tenemos la verdadera oportunidad de viajar a través de sueños, señales y símbolos, donde cada uno se verá reflejado en un espejo. Partir con él significará oscurecer temporalmente esos espejos, a la espera de descubrir una imagen diferente de nosotros mismos. Quizás encontremos nuestra esencia, nos demos cuenta de la relatividad de nuestros propios valores y puntos de vista, y los de los demás. Podremos perdernos y luego reencontrarnos, descubriendo una naturaleza, un destino y una identidad compartidos. (Gaetana Foletto)

El artista, partiendo del pastismo clásico con un lenguaje de preabstracción figurativa, arrastra el cursor móvil de su conciencia emergente de desarrollo contra el telón de fondo de su cosmos interior historicista, hasta las urgencias extremas del presente, sometiendo su técnica aprendida a la energía de los sueños, los signos, los símbolos y, sobre todo, la del color, rico en claridad y pureza tímbrica, para interactuar también con el presente tecnológico. Su modernidad es genuinamente psicológica y una intensa expresión de su carga expresiva de variables desde las citas transvanguardistas de finales del siglo XX en adelante... con superposiciones de perspectiva caravaggionas... y psicología moderna de extracción posrenacentista (Rembrandt...). Zenerato posee un potencial creativo que abarca un vasto rango histórico, sabiendo combinarlo poéticamente, ensamblando y haciendo vibrar la lira de la poesía del alma en las coordenadas de la historia del arte en valores universales, y explorando el cursor de su infinita evolución imaginativa, a través del hiperrealismo de su sueño visionario, una ventana abierta añadida a la razón. En diálogo con el presente. (Prof. Alfredo Pasolino)

Su investigación es muy interesante: la figuración logra efectos escenográficos en un espacio en el que vibra una frecuencia simbólica, confiada a veces a los sueños, a los mitos o a la realidad cotidiana, todo armonizado por un espléndido juego de colores.


El artista del rigor y la modernidad
Editado por Francesco Cairone


Los autores más originales no lo son porque promuevan lo nuevo, sino porque presentan lo que tienen que decir de tal manera que parece como si nunca se hubiera dicho antes.
(Goethe)


Es necesario partir de la incisiva frase de Goethe para analizar la rica e innovadora pintura del artista Gianfranco Zenerato, ya que esa simple frase revela una gran verdad: que ya todo está hecho en la pintura, y hoy el artista que busca conquistar su propia individualidad, sin dejarse influenciar por las corrientes y los maestros del pasado, debe superar enormes obstáculos. Como también argumentó Giorgio Morandi: «No hay nada, o muy poco, nuevo en el mundo»; por lo tanto, para ser original, se debe pintar teniendo en cuenta las evoluciones sociales, tecnológicas y científicas.

Se dice que el arte es de todos, pero no es para todos. Por lo tanto, todos tienen derecho a conmoverse con una obra maestra. Sin embargo, pintar y crear es un don que Dios ha concedido solo a unos pocos. Son capaces de ver lo que otros a menudo no perciben y de transformar las emociones que surgen de las pequeñas cosas —un gesto, una caricia, una mirada— en tonos vibrantes que colorean la monotonía del mundo que nos rodea.
Entre estos afortunados, sin duda debemos incluir al Maestro Zenerato, un artista de talento excepcional, que combina meticulosidad, rigor e imaginación en un estilo pictórico que, si bien evoca a los maestros del pasado, demuestra que ha atesorado las lecciones de la pintura fina, tomando prestada una técnica impecable de los grandes. Sin embargo, su singularidad e individualidad se evidencian en el toque de elegante modernidad presente en cada creación, lo que lo convierte en una rara excepción en el panorama artístico nacional.
Cestas de flores y fruta madura y exuberante, dispuestas sobre altos muros de mármol desgastados por el paso del tiempo y a menudo desfigurados por los dibujos amorosos de dos jóvenes amantes, se entrelazan con objetos cotidianos modernos, como un CD-ROM, un ratón o una espátula, que se convierten en un vínculo entre el pasado, el presente y el futuro. El paisaje circundante, casi siempre capturado al atardecer, cuando el rayo verde saluda al sol y da la bienvenida a la luna, enfatiza aún más lo que Zenerato proclama en los paneles de mármol en primer plano, donde una gama de colores cada vez más vívida abarca del rojo al amarillo, el verde y todos los tonos más cálidos del arcoíris.
Y el arcoíris parece opacar la carrera de este joven y prometedor artista, un prosista de arte porque creó un estilo primero poético y luego pictórico, con el que logra representar lo que siente, filtrando la fealdad y la negatividad que trae consigo nuestro mundo.

Han escrito sobre él o juzgado sus obras:

Paolo Levi, Paolo Rizzi, Giammarco Puntelli, Giorgio Grasso, Sergio Capellini, Pietro Gasperini, Francois Buisson, R. Boschi, Michele Nocera, Carlo Alberto Gobbetti, Antonella Gotti, Gianni Ingolia, Dino Pasquali, Umberto Zaccaria, Umberto Tessari, Ottorino Stefani, Giulio Gasparotti, Carlo Federico Teodoro, Carlo Rigoni, Giorgio Trevisan, Vera Meneguzzo, Claudio Radaelli, Grillo Biagio, Luca Dall'olio, Franco Brescianini, Giovanni B. Bianchini, Mara Frignani, Aldo Tavella, Angelo Marchiori, Walter Coccetta, Paolo Baratella, Luciano Chinese, Luigi Consonni, Giuseppe Possa, Silvano Valentini, Siro Perin, Alfredo Pasolino, etc.

Ha colaborado con las siguientes galerías:

Galería CD Art Studio
Galería de Arte Nueva Dimensión
Galería Emmediarte
Galería La Spadarina
La galería del artista
Galería Arttime
Galería Orler

Datos

Era
Posterior a 2000
País de origen
Italia
Estilo
Contemporáneo
Material
Acrylic, Resina
Artista
Gianfranco Zenerato
Título de la obra
HIBERNATED MOUSE
Firma
Authenticity certificate signed by the author.
Edición
Original - 1/1
Año
2023
Estado
En excelente estado
Alto
14 cm
Ancho
16 cm
Profundidad
5 cm
Vendido por
ItaliaVerificado
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