Bachibouzouk (1977) - Les toits de Mumbai

En esta escultura firma, Bachibouzouk, artista de Bruselas procedente del street art, transforma una simple tabla de madera en una metrópoli, vibrante y apretada como un aliento.
Cuadrados de balsa y rectángulos de metal, pintados con aerosol como destellos de alba o atardecer, se amontonan como casas improvisadas, techos de chapa, refugios en miniatura. Cada elemento parece tener su propia historia, su propio calor, pero todos están irremediablemente atraídos unos a otros. Una ciudad densa, compacta, casi orgánica, donde la cercanía se convierte en ritmo y respiración.

En medio de este bullicio, dos largas líneas vacías trazan avenidas silenciosas — corrientes de aire, promesas de paso. Dividen la ciudad como dos caminos posibles, dos escapadas en un mundo donde todo se toca.

La obra captura la energía bruta de la urbanidad, la intimidad de las multitudes y la poesía caótica de las ciudades que se inventan a sí mismas.
Un fragmento de Mumbai reinterpretado, un sueño de street art convertido en escultura, una cartografía sensible donde uno se pierde con deleite.

La madera, material humilde y transpirable, guarda la memoria de lo vivo.
Los techos de balsa parecen ligeros, listos para volar, pero la base los retiene: como nuestros sueños de evasión retenidos por el peso de la rutina diaria.


Esta escultura habla de la densidad humana —
del calor que se siente cuando todo está demasiado cerca
un vacío que se cuela a pesar de todo entre las paredes.

Un fragmento de ciudad detenido en su impulso.
donde aún se percibe el ruido de los pasos
el susurro de las ventanas
y esa respiración colectiva que llamamos « habitar ».