Isak W. Koch - „Messengers of Midgard“ (Boten aus Midgard) I Set I 2 Gemälde

Mensajeros de Midgard

cada uno 30 cm x 40 cm / 19.6 in x 27.5 in (LxA)
Pintura acrílica en lienzo de alta calidad / bastidor de madera
Conjunto de 2 (2 cuadros)
Firmado a mano y sellado
"Mundo en cambio" - colección (Raben)
2025
Incluye certificado de autenticidad firmado.

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Sobre los cuadros

Este díptico titulado «Mensajeros de Midgard» muestra dos impresionantes pinturas de cuervos, criaturas cargadas de simbolismo en la mitología nórdica.

A la izquierda, en la pizarra, un cuervo mira hacia la derecha, sus plumas están representadas con líneas estructuradas en negro, blanco y gris. Su pico afilado y su ojo vigilante le confieren una expresión severa y de guardián. El fondo es tormentoso y turbulento, con nubes grises y negras que giran sobre un paisaje púrpura, atravesado por rayas verticales que recuerdan un campo de batalla desolado o una ciudad en llamas.

En la pizarra de la derecha, otro cuervo mira hacia la izquierda, creando así una composición reflejada. Sus plumas son más oscuras y se funden con el fondo sombrío, pero su ojo brilla con una intensidad viva y ardiente. Detrás de él, un fuego rojo domina el horizonte y recuerda al fuego, la sangre o al caos de la guerra. Los dos cuervos parecen estar atrapados en una vigilancia eterna, sus miradas nunca se cruzan, pero su presencia está profundamente conectada y construye un puente entre sombras y llamas, cielo y tierra.

Historia corta: Los mensajeros de Midgard

En los días en que Midgard temblaba bajo el peso de guerras y presagios, dos cuervos volaban alto sobre el mundo. No eran aves comunes, sino mensajeros de Odín, encargados de observar, escuchar y transmitir verdades no dichas. Uno era Huginn, el pensamiento, que volaba a través de tormentas y sombras, recogiendo los susurros del miedo y la duda. El otro era Muninn, la memoria, que surcaba los fuegos de la batalla y recogía las cenizas de las ruinas, recopilando las historias de lo que se había perdido.

Se sentaban al borde de campos ardientes y observaban cómo caían reyes y surgían guerreros, sus ojos reflejaban la ira de los hombres y el silencio de los muertos. Aunque nunca se miraron a los ojos, juntos, con cada batir de alas, pintaban la historia de Midgard: una historia de ruina, resistencia y memoria.

Para las personas que los miraban hacia arriba y veían sus siluetas frente al fuego y la tormenta, no eran aves, sino un presagio. Para algunos, prometían destrucción. Para otros, llevaban la esperanza de que incluso en la muerte y la desesperación, los dioses aún vigilarían.

Y así permanecieron los mensajeros de Midgard — eternos, inquebrantables, con sus alas negras ante el horizonte rojo y gris — y recordaron a los mortales para siempre que ninguna acción, pensamiento o recuerdo escapa a los ojos del Allvater.




Sobre el artista:

ISAK KOCH (*1962); pintor y fotógrafo

Isak Wilhelmus Koch (* 08.06.1962 en Vrede, Sudáfrica) es un pintor y fotógrafo creativo y versátil, que como artista ya ha alcanzado gran popularidad, no solo en su país natal, sino también en los Estados Unidos, Canadá y Europa.

Creció como hijo de una familia de agricultores en una zona rural de Sudáfrica, donde se desarrolló su fascinación y amor por los animales y la naturaleza. Este hecho se refleja aún hoy en sus pinturas, dibujos y fotografías.

Después de la escuela y el bachillerato (1980), estudió diseño gráfico en la Universidad Técnica de Vanderbijlpark, Gauteng. Aquí comenzó a experimentar con una amplia gama de estilos y motivos para dominar a lo largo de su carrera. Estos incluyen, además del realismo: surrealismo, impresionismo, arte abstracto, dibujos a lápiz, ilustraciones científicas y digitales, así como fotografía (de arte).

ER PINTA, PORQUE AMA LA PINTURA, PORQUE ESPERA QUE, A TRAVÉS DE SU TRABAJO, LA BELLEZA Y EL RITMO DE LAS COSAS APARENTEMENTE TAN BANALES DE NUESTRO MUNDO SE ACERQUEN MÁS AL ESPECTADOR, O AL MENOS, QUE SE SIENTAN.

A continuación, se presentan numerosas exposiciones privadas y públicas, entre ellas en Sudáfrica y Namibia (1990-2014, incluyendo también edificios del gobierno sudafricano), Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Portugal y Alemania (entre ellas Heilbronn; Lörrach, Weil am Rhein, Öhringen).
Desde 2015, Isak vive y trabaja en Schefflenz, cerca de Mosbach (Baden).

Sus motivos los encuentra en la naturaleza: en flora y fauna, así como en escenarios paisajísticos, con predilección por lugares abandonados, como metáfora visual de lo efímero. Lo creado artificialmente por el hombre se devuelve a lo que surge de sí mismo: la naturaleza y el tiempo. Ambos representan la disolución de estructuras existentes, el cambio.