Isak W. Koch - ★Exiled - Im Exil★ I Welt im Wandel-Kollektion / World in Transition-Collection (Wolf)

Estoy demasiado lejos de lo que amo y mi distancia es sin remedio.

★Exiliado - Estoy en exilio★
50 cm x 70 cm / 20 in x 27.5 in
Pintura acrílica en lienzo de alta calidad (bastidor de madera)
Firmado a mano y sellado
"Mundo en cambio" - Colección (Wolf) / World in Transition - Collection (Wolf)
2025
Incluye certificado de autenticidad firmado.

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Sobre la pintura:

Esta pintura titulada «Exiliado» es una obra profundamente conmovedora, creada con pinceladas estructuradas y tonos terrosos de marrón, negro, gris, naranja y blanco. En el centro se encuentra el perfil distintivo de un lobo solitario, cuya mirada está dirigida hacia algo lejano, a la vez penetrante y triste. El pelaje del lobo, pintado con varias pinceladas, parece áspero y, sin embargo, majestuoso, reflejando la fuerza templada por la adversidad. Sus ojos pálidos parecen brillar con resistencia y memoria.

El fondo cuenta su propia historia: pinceladas oscuras, casi apocalípticas, forman un paisaje urbano en ruinas, torres escarpadas y nubes de humo que se disuelven en un cielo ardiente y turbulento. El suelo está pintado con trazos pesados en gris y naranja apagado, lo que recuerda tierra quemada, destrucción y devastación. El lobo se encuentra aparte de todo ello, en primer plano lo separa del caos detrás de él y simboliza distancia y separación.





La historia del 'Verbannten'.

Alguna vez, el lobo perteneció a la tierra detrás de él, la ciudad elevada, llena de fuego y vida. Quizá allí fue venerado como un espíritu protector o símbolo de la unidad con la naturaleza. Pero entonces ocurrió algo: traición, conquista o un conflicto inevitable entre el hombre y la naturaleza. El lobo fue desterrado, su lugar fue ocupado por aquellos que ya no reconocían su valor.

Ahora el lobo está en el umbral de la desaparición y mira hacia el lugar que una vez llamó su hogar. Su postura irradia tanto dignidad como tristeza. No está roto; más bien, fue obligado a la soledad, desterrado, para caminar fuera de los muros que una vez protegió. Las llamas en la distancia podrían ser un recuerdo, o podrían ser la destrucción de quienes lo desterraron, lo que sugiere que el destierro quizás no sea un castigo, sino una forma de liberación.

"Exiled" es más que un retrato de un lobo; es la historia de resistencia, de ser apartado y aun así mantenerse erguido. Refleja temas como la soledad, la supervivencia y la fuerza que se encuentra en la soledad.



Sobre el artista:

ISAK KOCH (*1962); pintor y fotógrafo

Isak Wilhelmus Koch (* 08.06.1962 en Vrede, Sudáfrica) es un pintor y fotógrafo creativo y versátil, que como artista ya ha alcanzado gran popularidad, no solo en su país natal, sino también en los Estados Unidos, Canadá y Europa.

Creció como hijo de una familia de agricultores en una zona rural de Sudáfrica, donde se desarrolló su fascinación y amor por los animales y la naturaleza. Este hecho se refleja aún hoy en sus pinturas, dibujos y fotografías.

Después de la escuela y el bachillerato (1980), estudió diseño gráfico en la Universidad Técnica de Vanderbijlpark, Gauteng. Aquí comenzó a experimentar con una amplia gama de estilos y motivos para dominar a lo largo de su carrera. Estos incluyen, además del realismo: surrealismo, impresionismo, arte abstracto, dibujos a lápiz, ilustraciones científicas y digitales, así como fotografía (de arte).

ER PINTA, PORQUE AMA LA PINTURA, PORQUE ESPERA QUE, A TRAVÉS DE SU TRABAJO, LA BELLEZA Y EL RITMO DE LAS COSAS APARENTEMENTE TAN BANALES DE NUESTRO MUNDO SE ACERQUEN MÁS AL ESPECTADOR, O AL MENOS, QUE SE SIENTAN.

A continuación, se presentan numerosas exposiciones privadas y públicas, entre ellas en Sudáfrica y Namibia (1990-2014, incluyendo también edificios del gobierno sudafricano), Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Portugal y Alemania (entre ellas Heilbronn; Lörrach, Weil am Rhein, Öhringen).
Desde 2015, Isak vive y trabaja en Schefflenz, cerca de Mosbach (Baden).

Sus motivos los encuentra en la naturaleza: en flora y fauna, así como en escenarios paisajísticos, con predilección por lugares abandonados, como metáfora visual de lo efímero. Lo creado artificialmente por el hombre se devuelve a lo que surge de sí mismo: la naturaleza y el tiempo. Ambos representan la disolución de estructuras existentes, el cambio.

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