Pippo - The Last Wanderer






Tiene una licenciatura en historia del arte y una maestría en gestión artística y cultural.
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Pippo, 2025, The Last Wanderer, acrílico sobre lienzo original pintado a mano, 142 × 71 cm, retrato, firmado por el reverso, en excelente estado, tensado sobre madera, sin marco, incluye certificado de autenticidad, vendido directamente por el artista.
Descripción del vendedor
El último vagabundo
La luna cuelga pesada, una perla áspera cosida en la noche índigo. Floto a través de un mar de susurros blancos, los pétalos enfriando mi piel como toques de fantasma. Ahora no hay destino, solo el peso suave de todo lo que he perdido. Hago una pausa, escuchando una voz que no volverá. El silencio me abraza con fuerza, y permanezco en la oscuridad azul, esperando un final que nunca llega.
Pintura única y exclusiva
Pintado a mano en acrílico al 100% sobre lienzo
Firmado en la parte de atrás
Estirado en madera y listo para colgar.
No incluye marco
Incluye un certificado de autenticidad
Envío desde Italia con seguro completo
Acerca del artista:
Pippo (nacido en Monza) crea obras que navegan por el tranquilo terreno entre la abstracción geométrica y el surrealismo. Dejando atrás una exitosa carrera en diseño gráfico para dedicarse por completo a la pintura, se estableció cerca de las tranquilas orillas del Lago Maggiore. Su formación es evidente en sus composiciones—arquitectónicas, equilibradas y precisas—sin embargo, son suavizadas por una atmósfera cinematográfica que se siente como un recuerdo o un sueño.
Para Pippo, el arte es un acto inmersivo. Él se relaciona con sus sujetos escribiendo narrativas en primera persona en tiempo presente, entrando mentalmente en el lienzo para experimentar el momento desde dentro. Sin embargo, aunque él entra en estos mundos de manera personal, deja el lienzo físico abierto a la interpretación. Sus figuras, aunque elegantemente vestidas, suelen ser sin rostro. Esta anonimidad es una invitación: asegura que el protagonista 'pueda ser cualquiera', permitiendo al espectador adentrarse en la escena y habitar la historia por sí mismo.
Esta frontera entre lo visible y lo invisible también define al artista. Reservado e introspectivo, escribe en privado y prefiere que sus lienzos hablen por sí mismos. No deja huella digital, evitando las redes sociales para preservar el mismo sentido de misterio que se encuentra en su obra.
Usando una paleta de tonos sutiles y atmosféricos, punctuada por colores decisivos, Pippo perfecciona un lenguaje de elegante economía. Sus pinturas—llenas de animales silenciosos, sombras agudas y luces resplandecientes—no son solo imágenes, sino historias abiertas de anhelo y gracia.
El último vagabundo
La luna cuelga pesada, una perla áspera cosida en la noche índigo. Floto a través de un mar de susurros blancos, los pétalos enfriando mi piel como toques de fantasma. Ahora no hay destino, solo el peso suave de todo lo que he perdido. Hago una pausa, escuchando una voz que no volverá. El silencio me abraza con fuerza, y permanezco en la oscuridad azul, esperando un final que nunca llega.
Pintura única y exclusiva
Pintado a mano en acrílico al 100% sobre lienzo
Firmado en la parte de atrás
Estirado en madera y listo para colgar.
No incluye marco
Incluye un certificado de autenticidad
Envío desde Italia con seguro completo
Acerca del artista:
Pippo (nacido en Monza) crea obras que navegan por el tranquilo terreno entre la abstracción geométrica y el surrealismo. Dejando atrás una exitosa carrera en diseño gráfico para dedicarse por completo a la pintura, se estableció cerca de las tranquilas orillas del Lago Maggiore. Su formación es evidente en sus composiciones—arquitectónicas, equilibradas y precisas—sin embargo, son suavizadas por una atmósfera cinematográfica que se siente como un recuerdo o un sueño.
Para Pippo, el arte es un acto inmersivo. Él se relaciona con sus sujetos escribiendo narrativas en primera persona en tiempo presente, entrando mentalmente en el lienzo para experimentar el momento desde dentro. Sin embargo, aunque él entra en estos mundos de manera personal, deja el lienzo físico abierto a la interpretación. Sus figuras, aunque elegantemente vestidas, suelen ser sin rostro. Esta anonimidad es una invitación: asegura que el protagonista 'pueda ser cualquiera', permitiendo al espectador adentrarse en la escena y habitar la historia por sí mismo.
Esta frontera entre lo visible y lo invisible también define al artista. Reservado e introspectivo, escribe en privado y prefiere que sus lienzos hablen por sí mismos. No deja huella digital, evitando las redes sociales para preservar el mismo sentido de misterio que se encuentra en su obra.
Usando una paleta de tonos sutiles y atmosféricos, punctuada por colores decisivos, Pippo perfecciona un lenguaje de elegante economía. Sus pinturas—llenas de animales silenciosos, sombras agudas y luces resplandecientes—no son solo imágenes, sino historias abiertas de anhelo y gracia.
