V. Altieri (1977) - Riflessi Notturni





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Riflessi Notturni de V. Altieri (1977) es una pintura original al óleo de Italia, datada 2010–2020, 30 × 30 cm, firmada a mano y que representa una arquitectura en una escena nocturna.
Descripción del vendedor
Reflejos Nocturnos
Artista: V. Altieri
Técnica: óleo sobre tabla
Dimensiones: 30 × 30 cm
Esta pintura de V. Altieri es una obra evocadora que fusiona elementos de surrealismo metafísico y simplificación formal. El artista presenta una escena nocturna dominada por una única y austera arquitectura blanca, coronada por un techo rojo y acompañada de volúmenes menores, todos definidos geométricamente.
El elemento central es la perfecta simetría especular creada por el reflejo del edificio en una superficie de agua inmóvil, que intensifica la sensación de calma y suspensión. Las ventanas negras y alargadas interrumpen la pureza de las fachadas, añadiendo un tono enigmático y silencioso.
El fondo está caracterizado por colinas estilizadas, casi en forma de gota, en una paleta de amarillos mostaza y verdes pálidos, que crean un contraste vibrante pero soñador con el profundo cielo nocturno estrellado y la gran luna blanca y llena. Un pequeño personaje, intentando subir una escalera que emerge del agua, introduce un sentido de misterio narrativo e invita al espectador a contemplar la frontera entre el mundo real y el onírico. La obra es una meditación íntima sobre el aislamiento, la arquitectura como refugio y la dualidad entre lo visible y lo reflejado.
Reflejos Nocturnos
Artista: V. Altieri
Técnica: óleo sobre tabla
Dimensiones: 30 × 30 cm
Esta pintura de V. Altieri es una obra evocadora que fusiona elementos de surrealismo metafísico y simplificación formal. El artista presenta una escena nocturna dominada por una única y austera arquitectura blanca, coronada por un techo rojo y acompañada de volúmenes menores, todos definidos geométricamente.
El elemento central es la perfecta simetría especular creada por el reflejo del edificio en una superficie de agua inmóvil, que intensifica la sensación de calma y suspensión. Las ventanas negras y alargadas interrumpen la pureza de las fachadas, añadiendo un tono enigmático y silencioso.
El fondo está caracterizado por colinas estilizadas, casi en forma de gota, en una paleta de amarillos mostaza y verdes pálidos, que crean un contraste vibrante pero soñador con el profundo cielo nocturno estrellado y la gran luna blanca y llena. Un pequeño personaje, intentando subir una escalera que emerge del agua, introduce un sentido de misterio narrativo e invita al espectador a contemplar la frontera entre el mundo real y el onírico. La obra es una meditación íntima sobre el aislamiento, la arquitectura como refugio y la dualidad entre lo visible y lo reflejado.

