R. C. Vivet (XX) - NO RESERVE - El instante de la flor

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a R. C. Vivet, que representa la delicadeza y la fugacidad de la belleza natural a través de un ramo de rosas que florece en silencio dentro de un espacio sereno y contemplativo. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.

· Dimensiones con marco: 62x53,5x6 cm.
· Dimensiones de la obra: 44x36 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.

La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.

Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.

El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
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Este cuadro representa un ramo de rosas en plena floración dispuesto con delicadeza dentro de un jarrón verde, colocado sobre una superficie que parece reflejar la base del arreglo floral. La escena, de una sobria elegancia, traslada al espectador a un espacio íntimo y sereno, casi suspendido en el tiempo. Las flores, protagonistas absolutas de la composición, se abren en distintas direcciones como si buscaran luz, mostrando sus pétalos suaves en tonos crema, marfil y rosas que se funden en delicados matices de albaricoque y magenta, evocando una fragancia casi perceptible. Cada rosa está pintada con una atención al detalle que capta no solo su forma, sino también la sensación aterciopelada de los pétalos.
El contraste entre la frescura de las flores y el fondo oscuro acentúa su luminosidad. Este fondo neutro y profundo, que evita distracciones, otorga protagonismo a los volúmenes florales y al juego de luces que modela cada flor, hoja y curva del jarrón. La luz que baña la escena proviene de un punto no visible, pero su efecto es inmediato: realza los blancos cálidos de los pétalos y los verdes húmedos de las hojas, dotando al conjunto de una vibración casi táctil. Esta iluminación sugiere un entorno interior tranquilo, tal vez un rincón de una estancia silenciosa donde se aprecia la belleza sin artificios.
Las hojas, de verdes intensos y pinceladas expresivas, rodean las flores sin competir con ellas, aportando frescura y profundidad. La disposición de las rosas, algunas plenas y abiertas, otras apenas esbozadas o todavía en botón, transmite una narrativa sobre el ciclo de la vida: nacimiento, esplendor y declive. Una de las rosas ha caído del ramo y reposa sobre la tela que cubre la mesa, evocando una sutil melancolía que contrasta con la vitalidad del resto.
El jarrón, de forma redondeada y color oliva pálido, se integra con sobriedad en la escena. Refleja sutilmente los tonos circundantes, como si absorbiera el ambiente que lo rodea. A su alrededor, un paño azul oscuro se ondula suavemente, aportando textura, profundidad y elegancia visual. La combinación del brillo sedoso de esta tela con el acabado opaco del jarrón y la suavidad de las flores crea una rica variedad de sensaciones táctiles. La composición se equilibra perfectamente, ni demasiado simétrica ni caótica, como si cada elemento estuviera colocado con una intención delicadamente pensada.
En conjunto, este cuadro transmite una mezcla de calma y contemplación, capturando la esencia efímera de la belleza natural en un entorno íntimo. Las flores, eternizadas en su instante de esplendor, hablan del paso del tiempo, del gusto por lo sencillo y de la belleza que reside en lo cotidiano cuando se observa con atención y sensibilidad.