Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a la escuela catalana, que representa la vida rural en perfecta armonía con la naturaleza, mostrando un paisaje sereno donde el tiempo avanza lentamente y la calma lo envuelve todo. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite. · Dimensiones con marco: 78x95x7 cm. · Dimensiones sin marco: 65x81 cm. · Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior izquierda. · La pieza se encuentra en buen estado de conservación. · La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona. Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote. El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte. El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta un paisaje rural amplio y sereno en el que la naturaleza y la vida cotidiana se integran de forma armónica. La escena se abre con una extensión verde que ocupa el primer plano, donde la hierba y los pequeños desniveles del terreno transmiten una sensación de frescura y calma. La mirada del espectador se introduce suavemente en el espacio, guiada por la disposición natural del paisaje, como si se tratara de un lugar conocido, vivido y profundamente tranquilo. En el centro de la composición aparece un curso de agua que serpentea con suavidad, reflejando el entorno y aportando profundidad a la escena. El río actúa como un elemento de unión entre los distintos planos del cuadro, conectando la vegetación cercana con el paisaje más lejano. Su superficie tranquila sugiere silencio y quietud, reforzando la sensación de un tiempo pausado, casi detenido, donde no existe prisa ni urgencia. A la derecha, se desarrolla una escena de vida rural que añade un carácter humano al conjunto. Un carro detenido junto a un animal de carga introduce la idea de trabajo cotidiano y sencillez. La figura humana, pequeña en escala pero significativa, aparece integrada en el entorno sin imponerse, como una extensión natural del paisaje. Su presencia aporta una narrativa sutil, evocando labores diarias realizadas en armonía con la naturaleza. La vegetación juega un papel fundamental en la estructura visual del cuadro. Árboles esbeltos y frondosos se alzan a ambos lados del río, creando un marco natural que envuelve la escena. Sus copas suavizan la transición entre la tierra y el cielo, mientras que los tonos verdes aportan equilibrio y frescura. La disposición de estos árboles refuerza la sensación de profundidad y orden natural, sin rigidez ni artificio. En el fondo, las colinas y montañas se elevan suavemente, envueltas en una atmósfera ligera que sugiere distancia y amplitud. Estas formas lejanas aportan estabilidad al paisaje y actúan como un telón silencioso que protege la escena. El cielo, amplio y luminoso, se extiende sobre todo el conjunto con nubes suaves que contribuyen a una luz equilibrada y apacible, unificando todos los elementos del cuadro. En conjunto, el cuadro transmite una sensación profunda de calma, sencillez y equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. La escena invita a la contemplación pausada y al recuerdo de una vida rural serena, donde el paisaje no es solo un escenario, sino un espacio vivido, silencioso y lleno de armonía.