Man Ray (Emmanuel Radnitzky) - Le Violon d'Ingres, 1924





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Descripción del vendedor
Man Ray, Le Violon d'Ingres, 1924.
«Copyright 2001 Man Ray Trust, París / VG Bild-Kunst, Bonn» en la parte inferior trasera. Dimensiones totales: 36,5 x 28,2 cm en papel semibrillante. Excelente estado de conservación. Impreso a finales de la década de 2000.
Tomada en 1924, Le Violon d’Ingres se presenta como una de las fotografías más icónicas y reproducidas en la historia del arte. En esta imagen, Man Ray—una figura destacada del surrealismo y la vanguardia parisina—transforma el cuerpo femenino en un instrumento musical, fusionando sensualidad, intelecto e ironía. Los orificios en forma de f, pintados en la espalda de Kiki de Montparnasse, la convierten en un violín vivo, una metáfora de la fusión entre la forma humana y la creación artística.
Más allá de su gracia erótica, la obra encarna el ideal surrealista de metamorfosis, donde la realidad cede ante la imaginación. Le Violon d’Ingres es tanto lúdico como profundo: un juego de palabras visual que cuestiona el acto de mirar y la objetivación inherente al arte mismo.
Man Ray (1890–1976), nacido en Filadelfia y activo en París, fue uno de los grandes experimentadores del siglo XX, un pionero que difuminó las fronteras entre la fotografía, la pintura y la escultura. Su influencia se extiende a Dora Maar, Lee Miller, André Kertész, Brassaï, Hans Bellmer, Herbert List, Irving Penn y Richard Avedon, entre muchos otros.
Una piedra angular de la fotografía moderna, donde el deseo se convierte en geometría y el pensamiento en visión.
Man Ray, Le Violon d'Ingres, 1924.
«Copyright 2001 Man Ray Trust, París / VG Bild-Kunst, Bonn» en la parte inferior trasera. Dimensiones totales: 36,5 x 28,2 cm en papel semibrillante. Excelente estado de conservación. Impreso a finales de la década de 2000.
Tomada en 1924, Le Violon d’Ingres se presenta como una de las fotografías más icónicas y reproducidas en la historia del arte. En esta imagen, Man Ray—una figura destacada del surrealismo y la vanguardia parisina—transforma el cuerpo femenino en un instrumento musical, fusionando sensualidad, intelecto e ironía. Los orificios en forma de f, pintados en la espalda de Kiki de Montparnasse, la convierten en un violín vivo, una metáfora de la fusión entre la forma humana y la creación artística.
Más allá de su gracia erótica, la obra encarna el ideal surrealista de metamorfosis, donde la realidad cede ante la imaginación. Le Violon d’Ingres es tanto lúdico como profundo: un juego de palabras visual que cuestiona el acto de mirar y la objetivación inherente al arte mismo.
Man Ray (1890–1976), nacido en Filadelfia y activo en París, fue uno de los grandes experimentadores del siglo XX, un pionero que difuminó las fronteras entre la fotografía, la pintura y la escultura. Su influencia se extiende a Dora Maar, Lee Miller, André Kertész, Brassaï, Hans Bellmer, Herbert List, Irving Penn y Richard Avedon, entre muchos otros.
Una piedra angular de la fotografía moderna, donde el deseo se convierte en geometría y el pensamiento en visión.

