Federico Alibrio - A Sea of plastic






Más de 10 años en comercio de arte; fundó su propia galería.
| 45 € | ||
|---|---|---|
| 40 € | ||
| 36 € | ||
Protección del Comprador de Catawiki
Tu pago está protegido con nosotros hasta que recibas tu objeto.Ver detalles
Trustpilot 4.4 | 122529 valoraciones
Valoración Excelente en Trustpilot.
Federico Alibrio presenta la cerámica escultórica 'A Sea of plastic' (2025), pieza única en azul y blanco, 40×30×10 cm, firmada a mano, apta para colgar o apoyar, certificado de autenticidad.
Descripción del vendedor
Al guardar esta obra, inmediatamente te ves capturado por su poderosa simplicidad y su profundo mensaje. Federico Alibrio no nos presenta un simple objeto de arte, sino un verdadero manifiesto tridimensional sobre el drama ambiental que se desarrolla cada día en nuestros océanos.
La visión del artista
El artista tuvo una intuición genial: tomar el símbolo más trivial y destructivo de nuestra negligencia — la bolsa de plástico — y transformarlo en el escenario de una tragedia. La escultura de cerámica está modelada con una textura que reproduce perfectamente la bolsa arrugada, pero está inmersa en un esmalte de un azul profundo, casi negro, brillante y agrietado. Esto no es el agua cristalina que soñamos; es un agua que parece densa, contaminada, un lodazal brillante de petróleo y basura en el que la vida lucha por respirar.
La lucha por la evasión
De esta masa azulado surge un detalle que rompe el corazón: una cola de ballena (o de un gran cetáceo), esculpida en un blanco puro y brillante. La cola es esbelta, casi viva, pero su blancura está manchada por una tonalidad azul en el punto donde se sumerge en el plástico.
Es como si estuviéramos presenciando el último, desesperado coletazo de este magnífico animal, un intento supremo de liberarse de un elemento que se ha convertido en su nuevo y letal hábitat. La ballena no solo nada en el mar, lucha contra un océano de plástico que la ha devorado. La obra captura el instante preciso en el que la belleza, la majestuosidad y la pureza de la naturaleza (simboleadas por el blanco de la cola) son ahogadas por nuestro desecho (el azul oscuro de la bolsa).
Un objeto que interroga
La fuerza de la obra se incrementa por su versatilidad expositiva. Ya sea que se cuelgue en la pared como un cuadro que nos mira con una reprimenda silenciosa, o que se apoye en una mesa como un aviso que irrumpe en nuestro espacio cotidiano, nos obliga a confrontar el problema.
¿Nos pregunta 'Un mar de plástico': esta bolsa, este residuo que ignoramos por un momento, ¿está convirtiéndose en el sudario de los océanos? Es una obra que, pese a su estética refinada, no nos deja indiferentes, sino que nos impulsa a reflexionar sobre cuán cerca estamos del punto sin retorno. Es un himno a la belleza del mar y, al mismo tiempo, una acusación punzante a nuestro impacto sobre ella.
La obra ha sido diseñada para ser colgada en la pared, pero esto no excluye que también pueda apoyarse en una superficie; de hecho, en la parte trasera hay un agujero que permite colgarla en la pared.
La obra será enviada con un embalaje cuidadoso y el correspondiente certificado de autenticidad.
El artista italiano Federico Alibrio, nacido en 1995, siempre está en busca de inspiración para crecer con nuevas experiencias.
Graduado en Escultura en 2021 en la Academia de Bellas Artes de Catania, se dedica a la escultura y la pintura. Ha participado y participa en exposiciones y simposios de alto perfil cultural, demostrando compromiso y seriedad en el abordaje de la práctica escultórica.
La misma realidad es la mayor fuente de inspiración. Sus pasiones son: los animales salvajes (sensibles a las especies en peligro de extinción) y los árboles. Su objetivo es exhibir la belleza de la naturaleza.
Al guardar esta obra, inmediatamente te ves capturado por su poderosa simplicidad y su profundo mensaje. Federico Alibrio no nos presenta un simple objeto de arte, sino un verdadero manifiesto tridimensional sobre el drama ambiental que se desarrolla cada día en nuestros océanos.
La visión del artista
El artista tuvo una intuición genial: tomar el símbolo más trivial y destructivo de nuestra negligencia — la bolsa de plástico — y transformarlo en el escenario de una tragedia. La escultura de cerámica está modelada con una textura que reproduce perfectamente la bolsa arrugada, pero está inmersa en un esmalte de un azul profundo, casi negro, brillante y agrietado. Esto no es el agua cristalina que soñamos; es un agua que parece densa, contaminada, un lodazal brillante de petróleo y basura en el que la vida lucha por respirar.
La lucha por la evasión
De esta masa azulado surge un detalle que rompe el corazón: una cola de ballena (o de un gran cetáceo), esculpida en un blanco puro y brillante. La cola es esbelta, casi viva, pero su blancura está manchada por una tonalidad azul en el punto donde se sumerge en el plástico.
Es como si estuviéramos presenciando el último, desesperado coletazo de este magnífico animal, un intento supremo de liberarse de un elemento que se ha convertido en su nuevo y letal hábitat. La ballena no solo nada en el mar, lucha contra un océano de plástico que la ha devorado. La obra captura el instante preciso en el que la belleza, la majestuosidad y la pureza de la naturaleza (simboleadas por el blanco de la cola) son ahogadas por nuestro desecho (el azul oscuro de la bolsa).
Un objeto que interroga
La fuerza de la obra se incrementa por su versatilidad expositiva. Ya sea que se cuelgue en la pared como un cuadro que nos mira con una reprimenda silenciosa, o que se apoye en una mesa como un aviso que irrumpe en nuestro espacio cotidiano, nos obliga a confrontar el problema.
¿Nos pregunta 'Un mar de plástico': esta bolsa, este residuo que ignoramos por un momento, ¿está convirtiéndose en el sudario de los océanos? Es una obra que, pese a su estética refinada, no nos deja indiferentes, sino que nos impulsa a reflexionar sobre cuán cerca estamos del punto sin retorno. Es un himno a la belleza del mar y, al mismo tiempo, una acusación punzante a nuestro impacto sobre ella.
La obra ha sido diseñada para ser colgada en la pared, pero esto no excluye que también pueda apoyarse en una superficie; de hecho, en la parte trasera hay un agujero que permite colgarla en la pared.
La obra será enviada con un embalaje cuidadoso y el correspondiente certificado de autenticidad.
El artista italiano Federico Alibrio, nacido en 1995, siempre está en busca de inspiración para crecer con nuevas experiencias.
Graduado en Escultura en 2021 en la Academia de Bellas Artes de Catania, se dedica a la escultura y la pintura. Ha participado y participa en exposiciones y simposios de alto perfil cultural, demostrando compromiso y seriedad en el abordaje de la práctica escultórica.
La misma realidad es la mayor fuente de inspiración. Sus pasiones son: los animales salvajes (sensibles a las especies en peligro de extinción) y los árboles. Su objetivo es exhibir la belleza de la naturaleza.
