Matias Machado - La quiétude

Información del lienzo :
/!"PINTURA ORIGINAL 1/1 ENVIADA ENROLLADA EN UN TUBO/!\

Técnica: pintura acrílica y pistola de aire.

Dimensiones: aproximadamente 80x80cm

Soporte: lona de algodón de 380 g/m² imprimada.

Firma: firmada a mano en el frente (ver fotos), se incluye certificado de autenticidad.

La pintura se envía enrollada en un tubo, lo que te permite elegir cómo exhibirla (montada en un bastidor, mostrada bajo vidrio, etc.).

¿Quién es Matías Machado?

Originario de Burdeos, Francia, Matías Machado es un pintor contemporáneo cuyo trabajo se encuentra en la encrucijada de la abstracción, la figuración y la cultura urbana. Con raíces en el graffiti, su lenguaje visual lleva adelante el vocabulario de la calle con formas audaces, contornos nítidos y sombras en capas, reinterpretándolo a través de un enfoque pictórico y atemporal.

Sus composiciones están construidas alrededor de formas tubulares y escultóricas que sugieren fragmentos del cuerpo humano. Estas formas se modelan mediante la luz y la sombra de manera que recuerdan técnicas de graffiti, contornos rociados, profundidad a través de la transparencia, pero están dispuestas con un sentido de equilibrio y gravedad inspirado en la pintura renacentista. El uso de iluminación controlada, atmósferas apagadas y composiciones deliberadas evoca la solemnidad y el estado de contemplación de las obras clásicas.


Sus figuras existen en un estado suspendido, desconectadas de cualquier tiempo o lugar específicos. Reducidas a formas esenciales, resisten una interpretación narrativa clara y, en cambio, funcionan como íconos de la presencia humana. Gestos cotidianos y posturas familiares son despojados de contexto, convirtiéndose en símbolos e introspectivos. En esta tensión entre abstracción y figuración, se invita al espectador a desacelerar y a involucrarse con la obra en un nivel más meditativo.

Al fusionar la disciplina formal de la pintura clásica con el lenguaje visual del graffiti, Machado desarrolla una práctica singular donde la memoria urbana, el rigor pictórico y la atmósfera atemporal convergen. Su trabajo no busca la inmediatez, sino la duración, imágenes destinadas a perdurar, a ser contempladas y a resonar más allá de su superficie.

Lejos de la espontaneidad o la ingenuidad, la obra de Machado es el resultado de un proceso de construcción deliberado y metódico. Cada composición está cuidadosamente pensada, desde la colocación de las formas hasta la articulación de la luz y la sombra. Sus pinturas se construyen capa por capa, permitiendo que el volumen, la profundidad y la tensión emerjan progresivamente. Las sombras no son decorativas; funcionan como elementos estructurales, heredados directamente de las técnicas del graffiti, donde la profundidad y el impacto se crean mediante gradientes y contrastes controlados.

Este enfoque riguroso se combina con una fuerte sensibilidad por la atmósfera. Machado presta especial atención a la manera en que la luz modela la escena, creando una sensación de gravedad y quietud que recuerda el estado contemplativo de la pintura renacentista. Los fondos a menudo actúan como espacios silenciosos, aislando las figuras y reforzando su presencia, de manera similar a las composiciones clásicas diseñadas para elevar al sujeto más allá de lo anecdótico.