Jeanne Modigliani (1918-1984) - Abstract

JEANNE MODIGLIANI (29 de noviembre de 1918, Niza – 27 de julio de 1984, París)

Resumen

80 x 60 cm.

Técnica mixta en cartón.

1983

Firmado a mano

PROCEDENCIA: Familia Piaggio, 1980-1990.



Hija del aclamado pintor Amedeo Modigliani y de la artista Jeanne Hébuterne, Jeanne Modigliani no conoció a sus padres: Amadeo murió el 24 de enero de 1920 cuando Jeanne tenía solo catorce meses y su madre, la musa del pintor, se suicidó unas horas después. La niña fue adoptada por su tía paterna y criada en Livorno, graduándose en historia del arte en la Universidad de Florencia. De origen judío y nieta de un socialista, en 1939 huyó a París debido a la persecución fascista y, tras la ocupación nazi, se unió a la resistencia. Después de la guerra, Jeanne Modigliani comenzó la búsqueda de la verdad sobre su padre. En 1952, con una beca del Centro Nacional de Investigación Científica, también inició investigaciones sobre Van Gogh. Son precisamente las similitudes entre la vida del pintor holandés y la de su padre las que la llevaron a volver a él, a Modigliani, a quien se dedicó por completo desde ese momento. Su interés constante en obtener el reconocimiento oficial del valor de la obra de su padre fue un gran éxito cuando, en 1981, en París, organizó la exposición más completa de Modigliani: más de 250 obras, incluyendo pinturas, esculturas, gouaches y dibujos, formaron parte de una muestra que aumentó, si cabe, el interés por el artista. En 1983 fundó los Archivos Légales Amedeo Modigliani, con el fin de clasificar y proteger la obra de Modigliani. Sin embargo, la vida de Jeanne Modigliani no se limitó a su labor documental, sino que heredó de su padre la maestría en el manejo de los pinceles. Con una producción cercana al expresionismo abstracto, a veces acercándose a la figuración, las composiciones de Jeanne Modigliani expresaban, con completa sinceridad y libertad, los estados más profundos del alma. Desde las composiciones más dinámicas y espontáneas hasta las más tranquilas y calmantes, Jeanne supo captar su yo más íntimo y personal en sus obras.