Corso Leonello - Mosaico dell'anima






Tiene una licenciatura en historia del arte y una maestría en gestión artística y cultural.
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Corso Leonello presenta Mosaico dell'anima, original de 2025 en expresionismo abstracto con gesso y pintura acrílica, 70 × 60 cm, 4 kg, firmado a mano, originario de Italia.
Descripción del vendedor
Esta obra de Corso Leonello es un retrato de medio busto de potencia visual extraordinaria, que trasciende la pintura tradicional para acercarse a la escultura en bajo relieve. El estilo es fuertemente expresionista, donde la forma humana no está definida por líneas precisas, sino por la acumulación caótica y vital de materia y color. La imagen transmite una energía cruda, casi primordial, a través de una superficie 'atormentada' y vibrante.
El elemento distintivo de la pintura es su increíble tridimensionalidad. El artista utilizó yeso profesional para crear una base gruesa e irregular, modelando el rostro, el cuello y los hombros de la figura con una pasta densa. La superficie nunca es lisa; es un paisaje accidentado de picos, hundimientos, grumos y estrías. Esta base material captura la luz de manera dinámica, creando sombras físicas que cambian según el ángulo desde el cual se observa la obra.
Sobre esta estructura en yeso, el acrílico se aplica con una paleta caleidoscópica y explosiva. No hay áreas planas: los colores — rojos intensos, azules profundos, amarillos ácidos, turquesas, rosas y naranjas — se mezclan directamente en la superficie en vórtices, manchas y pinceladas vigorosas.
El rostro y el cuerpo parecen un mapa geológico de emociones, donde los colores se funden y se enfrentan sin un orden aparente, sugiriendo una complejidad interior hirviente.
El cabello se presenta con un color naranja-amarillo flameante, modelado en puntas afiladas que se elevan hacia arriba, contribuyendo a la apariencia enérgica y casi 'eléctrica' de la figura.
En contraste neto y buscado con la rugosidad material del rostro, emergen dos ojos de vidrio. Estos insertos son perfectamente lisos, brillantes y realistas, dotados de pupilas negras e irises definidos. Su realismo y su fijación crean un efecto hipnótico y desconcertante: parecen mirar directamente al espectador con una intensidad penetrante, funcionando como una ventana 'viva' en medio del caos cromático del rostro.
La figura se destaca prepotentemente contra un fondo negro profundo y uniforme que sirve para aislar el sujeto y hacer resaltar al máximo la vivacidad de los colores y la textura.
Toda la obra está sellada con una pintura profesional. Este acabado no solo protege el yeso y el acrílico, sino que también confiere un brillo 'húmedo' a toda la superficie, realzando aún más la profundidad de los colores y haciendo que la textura sea aún más táctil y presente.
Sellado y fechado en la parte trasera por el artista para garantizar su exclusividad.
Esta obra de Corso Leonello es un retrato de medio busto de potencia visual extraordinaria, que trasciende la pintura tradicional para acercarse a la escultura en bajo relieve. El estilo es fuertemente expresionista, donde la forma humana no está definida por líneas precisas, sino por la acumulación caótica y vital de materia y color. La imagen transmite una energía cruda, casi primordial, a través de una superficie 'atormentada' y vibrante.
El elemento distintivo de la pintura es su increíble tridimensionalidad. El artista utilizó yeso profesional para crear una base gruesa e irregular, modelando el rostro, el cuello y los hombros de la figura con una pasta densa. La superficie nunca es lisa; es un paisaje accidentado de picos, hundimientos, grumos y estrías. Esta base material captura la luz de manera dinámica, creando sombras físicas que cambian según el ángulo desde el cual se observa la obra.
Sobre esta estructura en yeso, el acrílico se aplica con una paleta caleidoscópica y explosiva. No hay áreas planas: los colores — rojos intensos, azules profundos, amarillos ácidos, turquesas, rosas y naranjas — se mezclan directamente en la superficie en vórtices, manchas y pinceladas vigorosas.
El rostro y el cuerpo parecen un mapa geológico de emociones, donde los colores se funden y se enfrentan sin un orden aparente, sugiriendo una complejidad interior hirviente.
El cabello se presenta con un color naranja-amarillo flameante, modelado en puntas afiladas que se elevan hacia arriba, contribuyendo a la apariencia enérgica y casi 'eléctrica' de la figura.
En contraste neto y buscado con la rugosidad material del rostro, emergen dos ojos de vidrio. Estos insertos son perfectamente lisos, brillantes y realistas, dotados de pupilas negras e irises definidos. Su realismo y su fijación crean un efecto hipnótico y desconcertante: parecen mirar directamente al espectador con una intensidad penetrante, funcionando como una ventana 'viva' en medio del caos cromático del rostro.
La figura se destaca prepotentemente contra un fondo negro profundo y uniforme que sirve para aislar el sujeto y hacer resaltar al máximo la vivacidad de los colores y la textura.
Toda la obra está sellada con una pintura profesional. Este acabado no solo protege el yeso y el acrílico, sino que también confiere un brillo 'húmedo' a toda la superficie, realzando aún más la profundidad de los colores y haciendo que la textura sea aún más táctil y presente.
Sellado y fechado en la parte trasera por el artista para garantizar su exclusividad.
