LA AVENTURERA es una pintura de 70x100 cm del artista contemporáneo Ernest García. Esta pintura presenta una escena suspendida entre la intimidad y el deseo de partir. Una mujer, vista de espaldas, se detiene en el umbral de una puerta abierta. Lleva un vestido rojo, vibrante, salpicado de flores amarillas que parecen moverse con la luz, y un sombrero de paja que refuerza la sensación de viaje, de verano y de identidad elegida. No vemos su rostro: su gesto es interior, silencioso, contenido. Las contraventanas verdes enmarcan la escena como un teatro doméstico que se abre al mundo. Dentro, el espacio es cálido y recogido; fuera, el paisaje se expande hacia el azul profundo del mar y un cielo claro, atravesado por nubes suaves. La geometría del suelo y la línea del horizonte conducen la mirada hacia el exterior, sugiriendo una invitación inevitable a avanzar, a cruzar ese límite simbólico entre lo conocido y lo incierto. El color es protagonista: el rojo del vestido dialoga con los verdes intensos de la puerta y el azul del mar, creando una tensión cromática que refuerza el carácter emocional de la obra. Cada tono parece cargado de significado: el rojo como impulso vital y valentía, el verde como tránsito y protección, el azul como promesa de libertad y amplitud. La figura femenina no parece dudar, pero tampoco precipitarse. Está en pausa. Ese instante previo al paso definitivo convierte a la obra en un relato abierto: no sabemos si regresa o si parte, si espera o si ya ha decidido. La aventurera no es solo una viajera física, sino una exploradora interior, alguien que contempla el mundo con la conciencia de que cada horizonte implica una transformación. La pintura transmite calma y determinación a la vez, una mezcla de melancolía y esperanza. Es una imagen sobre el coraje de mirar hacia afuera sin dejar de pertenecer a un lugar, sobre el momento exacto en el que la vida se abre como una puerta y todo parece posible. Autenticidad y Envío: La obra es ofrecida directamente por E. García, garantizando su autenticidad mediante un certificado firmado por el propio artista. La pintura será cuidadosamente enrollada y protegida dentro de un tubo de cartón resistente para su envío. Tras la confirmación del pago, se requiere un plazo de tres días para preparar la pieza y enviarla. El tiempo de entrega dependerá del destino, con un plazo máximo de hasta diez días hábiles.