Este conjunto de seis espejos artesanales en cobre es una expresión refinada del espíritu modernista, donde la funcionalidad se funde con la estética artística. Cada espejo presenta una forma ligeramente distinta, con remates arqueados y marcos trabajados con esmero, lo que revela una clara influencia del diseño decorativo de finales del siglo XIX y principios del XX. Los marcos, elaborados en cobre martillado y repujado, exhiben motivos ornamentales que evocan la fluidez y el dinamismo característicos del modernismo. Las líneas curvas, los detalles vegetales estilizados y las texturas grabadas en el metal aportan una sensación de movimiento y delicadeza, propia de este estilo que buscaba romper con la rigidez académica y celebrar la naturaleza y la artesanía. La pátina del cobre, con sus tonos cálidos que van del dorado al rojizo, añade profundidad visual y un aire nostálgico que refuerza el carácter único de cada pieza. Aunque forman un conjunto armónico, cada espejo posee una personalidad propia, lo que sugiere que fueron concebidos como obras individuales dentro de una misma visión artística. Este tipo de espejos no solo cumple una función decorativa, sino que también actúa como testimonio de una época en la que el diseño se convirtió en arte accesible para el hogar. Su elaboración artesanal y su vínculo con el modernismo los convierten en piezas altamente valoradas por coleccionistas y amantes del diseño histórico. Envío certificado y buen embalaje.