CALLE BAÑADA DE LUZ EN PEÑÍSCOLA (Francesc Carbonell Massabé, 1928) 1. FICHA TÉCNICA Autor: Francesc Carbonell Massabé (n. 1928) Título propuesto: Calle bañada de luz en Peñíscola Cronología: c. 1970–1985 Técnica: Óleo sobre lienzo Medidas: 35 × 27 cm (obra) · 48 × 40 cm (con marco) Soporte: Lienzo entelado sobre bastidor original Marco: Elegante marco moldurado en tres niveles, combinando pan de oro envejecido, franja interior marfil decapada y un filete negro. Estado de conservación: Excelente, con película pictórica estable y sin alteraciones significativas. Procedencia: Colección privada. 2. DESCRIPCIÓN COMPOSITIVA E ICONOGRÁFICA La obra presenta una calle luminosa y empinada de Peñíscola, identificada por la inscripción manuscrita del reverso. Carbonell Massabé captura con maestría la atmósfera mediterránea, donde la vibración de la luz es protagonista absoluta. Las casas blancas, marcadas por pincelada quebrada y empastada, actúan como pantallas reflectoras del azul intenso del cielo. En primer término, la buganvilla rosa, resuelta con toques vivos e impresionistas, introduce un contrapunto cromático que equilibra el conjunto. Dos figuras —un adulto y una niña— avanzan calle arriba, aportando escala humana y un sentido narrativo íntimo. El gran tiesto de barro a la derecha, junto a las macetas en sombra, ancla la composición y refuerza la sensación de vida cotidiana mediterránea. La paleta clara, los valores lumínicos altos y la pincelada ágil revelan la influencia conjunta del postimpresionismo catalán y de la escuela luminista, conectando su estilo con artistas cotizados como Martí i Alsina, Mir, Meifrén e incluso con escenas costumbristas de Sorolla, aunque interpretadas desde una sensibilidad más íntima y moderna. 3. ESTILO, CONTEXTO Y VALORACIÓN Carbonell Massabé es uno de los pintores catalanes contemporáneos más reconocidos por su tratamiento de la luz y sus escenas urbanas y marinas. Esta obra es un ejemplo sobresaliente de su etapa mediterránea, donde domina la construcción del espacio mediante masas de color y una pincelada vibrante que sugiere la forma más que describirla. Su aproximación recuerda a los grandes maestros del luminismo levantino, con una soltura que remite al trabajo al aire libre y a la inmediatez de la observación directa. La composición está resuelta con equilibrio, atmósfera diáfana y una sensibilidad emocional que convierte la escena en un pequeño poema visual. Por su calidad, conservación, temática y autoría, nos encontramos ante una pieza muy representativa de Carbonell Massabé, excelente para coleccionistas de pintura catalana moderna y para espacios donde se busque luz, serenidad y una evocación auténtica del Mediterráneo.