Preciosa pulsera de lapislázuli afgano. Apreciado por las grandes civilizaciones de la humanidad desde la mas remota antigüedad para la creación de El lapislázuli es una piedra semipreciosa apreciada desde la antigüedad por su color azul profundo y sus propiedades espirituales y curativas. Se le atribuyen diversos beneficios tanto en el plano mental como emocional y físico. En primer lugar, el lapislázuli está relacionado con la claridad mental y el despertar de la sabiduría interior. Es conocido por estimular el pensamiento crítico y ayudar en la toma de decisiones. Tradicionalmente, se ha considerado una piedra que favorece la búsqueda de la verdad y la comprensión profunda de situaciones complejas. También es muy valorado por su capacidad para mejorar la comunicación. Se dice que ayuda a expresar pensamientos y sentimientos de manera clara y sincera, promoviendo una expresión auténtica y honesta. Es especialmente útil para quienes desean mejorar su capacidad de hablar con confianza en situaciones personales o profesionales. El lapislázuli tiene un poderoso efecto en el equilibrio emocional. Es conocido por sus propiedades calmantes, ya que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la ira, brindando una sensación de paz interior. Contribuye a mantener la estabilidad emocional en momentos difíciles, facilitando la armonía y la calma. En el plano espiritual, se cree que el lapislázuli favorece el desarrollo espiritual. Se asocia con la apertura del tercer ojo, lo que potencia la intuición y la capacidad de conectar con niveles más profundos de conciencia. Es una piedra ideal para quienes buscan crecer espiritualmente y profundizar en su autoconocimiento. Otro aspecto importante del lapislázuli es su capacidad de protección. A lo largo de la historia, ha sido considerado un poderoso escudo contra las energías negativas. Se cree que bloquea las malas influencias y protege tanto el cuerpo como el espíritu, creando un entorno seguro y armonioso. Además, el lapislázuli está asociado con el aumento de la confianza en uno mismo. Ayuda a liberar los miedos y las dudas, reforzando la autoestima y promoviendo una visión positiva de uno mismo. Esta piedra facilita el actuar con autenticidad, sin preocuparse por el juicio de los demás. En cuanto a sus propiedades físicas, se dice que el lapislázuli fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación sanguínea y favorece la regeneración de tejidos. También está asociado con el bienestar de la garganta y las cuerdas vocales, lo que refuerza su conexión con la comunicación. Por último, el lapislázuli tiene un profundo simbolismo histórico. En culturas como el antiguo Egipto y Mesopotamia, se consideraba una piedra sagrada, vinculada al poder y la divinidad. Se utilizaba en joyas, amuletos y objetos rituales debido a su relación con el cielo y el cosmos, siendo un símbolo de realeza y sabiduría divina. En conjunto, el lapislázuli es una piedra que promueve la claridad, la sabiduría, la comunicación sincera, el equilibrio emocional, la protección espiritual y el crecimiento personal, además de ofrecer beneficios físicos, convirtiéndola en un mineral de gran valor espiritual y estético.