Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Francesca Escobar, que representa dos niños y su perro caminan hacia el mar, simbolizando la inocencia, el amor fraternal y la magia pura de la infancia en un día de playa. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite. · Dimensiones de la obra: 70x60x3,5 cm. · Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la esquina derecha de la obra, Francesca. · La pieza se encuentra en perfecto estado de conservación. · La pieza fue expuesta en el World Art Dubai. La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona. Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote. El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte. El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta una escena tierna y luminosa en un día de playa, en la que dos niños, de espaldas, avanzan tomados de la mano hacia la orilla del mar. La luz del sol parece envolver sus figuras, resaltando el tono cálido de su piel y creando un ambiente suave y acogedor. La mirada del espectador se dirige directamente hacia la calma del agua, donde las tonalidades celestes se combinan con toques blancos y lilas, transmitiendo serenidad y una atmósfera estival llena de paz. La composición nos invita a formar parte de este momento íntimo, casi como si fuéramos testigos silenciosos de una tarde inolvidable junto al mar. Los dos niños, descalzos sobre la arena húmeda, muestran un vínculo afectivo profundo a través del simple gesto de tomarse de la mano. Sus posturas, naturales y relajadas, evocan inocencia y confianza mutua. La niña, con un vestido blanco ligero que se mece suavemente con la brisa marina, transmite pureza y dulzura. A su lado, el niño luce una camiseta a rayas y pantalones cortos azulados, evocando la sencillez y frescura típica de los días de verano. Ambos parecen absortos en la magia del mar, caminando hacia el agua con curiosidad y tranquilidad. El perro que los acompaña añade un toque entrañable y vital a la escena. Su postura atenta y su mirada dirigida hacia las olas sugieren entusiasmo y lealtad, como si participara de la aventura infantil con la misma ilusión. Sus patas ligeramente elevadas indican movimiento, reflejando la emoción por lo que está a punto de ocurrir: la primera aproximación del día al agua, el juego con las olas, la alegría espontánea del verano en familia. El mar, protagonista silencioso, se despliega en una superficie ondulante de tonos azules y violetas que capturan la luz y crean una sensación de frescor y profundidad. Las suaves pinceladas que configuran las ondas evocan un océano tranquilo, invitando a la contemplación y al sosiego. La arena, en tonalidades beige y doradas, completa este escenario idílico con un contraste armónico frente al agua, ampliando la sensación de amplitud y libertad. En conjunto, este cuadro irradia pureza, afecto y una alegría serena que solo los momentos simples y genuinos pueden ofrecer. La unión de los niños, la fidelidad del perro y la belleza del paisaje costero componen una escena que habla de la infancia, del amor fraternal y de la felicidad espontánea que surge en los pequeños instantes compartidos. Es una imagen que celebra el valor de la inocencia y el poder de la naturaleza como refugio emocional, evocando recuerdos y despertando emociones cálidas en quien la contempla.